APOROFOBIA
por Ricardo Luis Acebal
Fotos: Adriana De Blasis
Este es el nombre "científico" del mal que aqueja a millones de habitantes
planetarios: Fobia, o sea ODIO a los pobres.
Este es un mal que venimos sufriendo desde hace décadas, sobre todo en las
localidades más densamente pobladas (Capital Federal, Gran Buenos Aires,
grandes ciudades de nuestras provincias...).
En el año 1999 la inseguridad que sufríamos era atroz. Todavía gobernaba la
Argentina un riojano que respondiendo a un periodista le dijo: "si yo hubiera
dicho lo que iba a hacer como presidente no me hubiera votado nadie".
Un día de entresemana, a eso de las cuatro de la tarde, cuando llegué a mi
domicilio en Burzaco, encontré la puerta de calle abierta de par en par.
Adentro estaba todo revuelto y encerrada en el baño con llave mi vieja, 81
años, llorando.
No salí desesperado a la calle a buscar al primer "morocho villero" que
encontrara y pegarle cuatro balazos. Primero porque antes estaba atender a mi
mamá, segundo porque mi "modelo de delincuente" no tiene esas características y
tercero porque nunca creí ni creo en la "justicia por mano propia". Por más que
por cuestión de edad física, de pibe me devoraba las revistas de historietas
(de matriz sobre todo norteamericana, aunque a algunas les llamábamos
mejicanas) donde los "buenos" siempre eran blancos de ojos celestes y los
"malos" eran indios salvajes a los que había que matar para que "la gente"
progresara.
A los dos días, cuando había superado una situación que jamás había ni
soñado sufrir, mi vieja me describió a quienes la golpearon salvajemente: tres varones y una señorita que los
acompañaba. Si bien no eran rubios, su aspecto se asemejaba mucho más a señores
y señoritas que visten con gorra durante sus ocupaciones habituales, aunque en
mi casa habían entrado "de civil".
No obstante, el editorialista de una revista "tradicionalista", un
mensuario gauchesco al cual yo estaba suscripto, al enterarse de mi proceder
ante lo ocurrido se encargó de que yo me enterara que él opinaba que yo tenía
"sangre de pato", por no haber salido a matar al primer "negro sospechoso" que
encontrara por la calle.
EL "ODIO A LOS POBRES" EN 2023
Mientras que algunos gobernantes y/o candidatos a presidentes y otros
cargos no entran ni por equivocación a dialogar cara a cara con los habitantes
de los barrios calificados como "bravos", "peligrosos", etc. y tampoco tienen
en cuenta a sus habitantes en cuanto a los medios electrónicos para llegar a
ellos, hay seres humanos en todo el sentido de la palabra que lo vienen
haciendo desde hace años.
Muchos de esos seres humanos habitan barrios sin carencias de servicios,
con las "necesidades básicas satisfechas", como académicamente los calificaría
alguno de los demasiado habituales "analistas" charlatanes radiales y
televisivos que sufrimos a diario.
Contando en el campo pegado a los consultorios del Hospital de Melchor Romero
NARRADORAS SOCIALES: EN JUNIO DE
2023 CUMPLIERON CATORCE AÑOS DE TRABAJO ININTERRUMPIDO
-(Acebal) ¿Qué es una narradora
social?
-(De Blasis) Para el "grupo de narradoras sociales" ese nombre tiene como
origen la convocatoria que hizo la dirección
de la Biblioteca Central de la Provincia de Buenos Aires para organizar un
grupo.
Nosotras hoy nos definimos como "narradoras sociales" teniendo en cuenta
que un narrador social es aquél que abreva en la Literatura, en los autores de
prestigio, en los autores conocidos, pero fundamentalmente en los autores que
nos representan como pueblo, que se hacen eco de nuestra Identidad, de nuestras
necesidades...
Entonces elegimos a los autores populares argentinos, elegimos los cuentos
tradicionales, aquellas historias que vienen "de lejos" y "de cerca" pero que
tienen parte de nuestra Identidad.
El nombre "narradoras/es sociales" viene con la convocatoria de una actriz
y narradora que se llama María Heguis. Ella planteaba ese nombre desde otro
lugar. Nosotros aquí en La Plata le dimos las características que estoy
contando.
Ejercemos una gran escucha. No seríamos narradoras sociales si no fuéramos
capaces de escuchar a quienes nos convocan, con quienes nos encontramos.
-Este tema de la "narración
social" suena, como vos estabas empezando a explicar, que la identidad cultural
de nosotros sea el tema principal en esas charlas con "chicas/os" y
"medianas/os". ¿No es verdad entonces que "a los chicos no les interesa nada
del país, la tierra, el folklore, nada de nuestra tierra"? A mi por lo menos,
hace rato que intentan convencerme de que es así...
-(sonrisas) Por lo visto no lo convencieron ni a mi tampoco. Y eso está
buenísimo. Hay mucha gente que está convencida como nosotros de la necesidad de
fortalecer a los chicos en sus potencialidades, arrancando desde donde ellos
saben y pueden, que es mucho. Es mentira que saben poco o que "no les interesa
nada".
Los chicos tienen muchas cosas que decirnos y muchas cosas que aprender. No
se cuándo hemos considerado que los chicos no desean tener ningún nexo con el
pasado, con la historia, con las cosas que han surgido antes de que ellos
nacieran. Esperamos un aporte que ellos van a hacer y seguramente buenísimo,
pero no será así si los dejamos solos. A nosotros no nos dejaron solos.
Crecimos con una buena educación. Algunas cosas nos gustaban, otras no nos
gustaban, pero había una educación
pública que nos formaba más o menos igualitariamente. Teníamos acceso al
libro, a maestras y maestros porque no eran aulas supercolmadas y además,
fundamental, comíamos bien aún siendo pobres.
-Comer bien en la infancia es
vital. Un chico que coma mal, a los 10 años no va a entender nada porque su
cerebro no se le formó bien... Con respecto a eso de que vos vas, encarás a un
grupo de pibas y pibes y comenzás a contarle un cuento de Urdemales o de Draghi
Lucero, a esos chicos que antes que vos llegaras estaban sumergidos en sus
celulares ¿Qué pasa cuando vos empezás a contarles esas cosas? ¿Silencian sus
celulares?
- A mi me asombra mucho el prejuicio que tiene mucha gente con respecto a
los chicos. Eso existe, es una realidad. Los chicos están conectados a las
redes, a la tecnología... Sin embargo vos y yo estamos conversando en un espacio
abierto (Bosque Platense) y estamos viendo multitud de chicas y muchachos
conversando. Es mentira que siempre es "todo igual". Nos quieren convencer de
cosas que nosotros con nuestros ojos vemos que son distintas. Con los chicos
pasa lo mismo. Uno va y bueno, siempre puede haber en un aula uno que se
resista o que mire de reojito el celular. Hasta que empieza el "había una vez..."
o "te acordás", "mi abuela me contó", "y a vos te dijeron algo", "fuiste alguna
vez a Punta Lara", "¿Conocés el bosque?", "¿De qué cuadro sos?"... Es cuestión de
QUERER comunicarse. Si esos chicos
se pueden comunicar con un "tic toc" que no tiene ni espacio para la
conversación, cuánto más con alguien de carne y hueso que les está hablando con
calidez, diciéndole "yo te estoy viendo, quiero saber de vos, me interesás, que
vos tengas lo mismo que pude darle a mis hijos y lo que me dio a mi la
sociedad". Si yo logro comunicarle eso ¡ya está!
-¿Cuántos son ustedes, entre
narradoras y narradores?
-Somos trece narradoras. Tuvimos alguna vez compañeros narradores. El
filtro mayor fue cuando nosotras decidimos que no íbamos a hacer "narración de
espectáculo". Sabemos que el arte es algo muy importante en la comunicación y
embellece la comunicación...
-Por si no se entendió lo que
expresó Adriana cuando dijo "espectáculo", quiso decir "no hacemos show".
Porque hay mucha gente que si no lo decimos en inglés no nos entiende...
-Efectivamente, no hacemos eso, pero sí nos juntamos los últimos viernes de
cada mes y narramos para un público adulto que viene especialmente a escuchar
las historias. Entonces siempre nos preocupamos para que salga lo más bonito
posible pero no es el objetivo central. El objetivo central de este grupo es
"contar para que otros cuenten". No hay diagnóstico posible si no escuchamos al
otro.
-Contame algún caso en que a
partir de un cuento tuyo un chico, o una chica te haya respondido con una
historia suya, que él o ella haya protagonizado.
-Bueno, con el lobizón, la luz mala, la séptima hija bruja, el pombero, sí,
efectivamente. Sobre todo con la luz mala. Chicos que viven en la periferia,
con más descampado a su alrededor, han visto a la luz mala. Incluso me acuerdo
de uno que nos contaba que la luz mala le tocaba el hombro al tío. Ahí el tío
se dio vuelta y entonces ¡corrieron hasta hoy! (risas). Otra vez yo conté de
"Caá Porá" que es el "guardián del monte" y uno de los chicos me contó que en
Misiones (donde él vivía) a uno de los tíos se le cruzó Caá Porá, pero no le
hizo nada porque ese tío no destrozaba el monte. Porque yo había contado que al
que destrozaba el monte o mataba animales porque sí quedaba con la mirada
perdida, con los pies al revés por acción de Caá Porá. Y el chico me confirmó
que sí, que quedaban "bobos".
-Bueno, hay docentes que
prefieren que sus alumnos en vez de ver un lobizón "vean" un aparato
electrónico que piensa por ellos, cómo tienen que comer, cómo deben
relacionarse con sus novias y novios...
-Yo creo que en algunos casos son prejuicios y en otros directamente una
intencionalidad de sacarnos, arrebatarnos aquellas cosas que hacen a nuestra
Identidad. Y nuestra Identidad se compone de un montón de elementos que algunas
entendemos y otras no. Como pasa en cualquier cultura. Y no hay porqué tener
que explicarlo todo. Ninguna cultura explica todo. A los prejuiciosos los
convoco a una mejor escucha y a mirarse hacia sí mismos a ver cuántas
cuestiones tienen igual que el lobizón y que no tienen explicación.
La Cultura Cristiana confirma que al tercer día Jesús resucitó de entre los
muertos. A mi me parece bien y soy absolutamente respetuosa. Yo no soy creyente
pero respeto. Entonces ¿porqué no voy a creer lo que alguien me diga sobre el
pombero, que embaraza a las niñas? No se, me parece que los procesos culturales
son dignos de respeto, que hay que mirarlos y compartirlos, o al menos no ser
prejuicioso.
-¡Han salido cada escritor, cada
músico, cada pintor de chicos del monte o de barrios donde deben andar
descalzos y comer apenas todos los días! Por nombrar a algunos, Leonardo Favio
y su hermano Zuhair Jury. Vivieron la extrema pobreza en su infancia y
adolescencia y mirá lo que significan para nuestro Cine. Sería bueno que alguna
vez un Ministro de Cutura de la Nación
no tuviera ese prejuicio que indica que "a los barrios no hay que entrar porque
es peligroso y además ahí no hay que hablar de Cultura porque la Cultura no
importa a los chicos".
-Ese prejuicio también afecta en el caso de las cárceles. Tengo compañeras grandes
como yo, somos todas de sesenta, sesenta y pico de años para arriba, con las
que hemos ido y hemos bailado chacareras con las internas. La cosa está en la
sinceridad de la comunicación, cuando uno va de verdad a querer comunicarse y
tener un encuentro con el otro y no dar "desde arriba" sino ir a compartir lo
que ambas partes saben. Entonces uno lleva lo de uno y recoge lo del otro. Pero
en un intercambio generoso. La gente quiere pasarla bien. La última vez que
fuimos a la Unidad 33 de La Plata fui con la caja coplera y todas cantaron con
nosotras. En esa ocasión fue la manera precisa de compartir las recopilaciones
de Leda Valladares. Bueno, es eso.
Adriana De Blasis: Ni "show" ni evento, ENCUENTRO.
-Fijate cómo se manejan las cosas
en materia cultural. Los términos, que alguna vez alguien pone de moda, que los
impone desde los medios de comunicación. Por ejemplo cuando empezó a ponerse de
moda el término "evento". Evento significa algo que ocurre imprevisiblemente.
Por ejemplo en nuestro caso, que se desgaje una rama del árbol a la sombra del
cual estamos conversando... No estaba programado que se caiga y nos rompa la
cabeza... Se arman unos encuentros fenomenales, con la participación de docientos
artistas en un estadio donde entran cien mil espectadores y a eso los
organizadores le llaman "evento". Creo que hay
intencionalidad en eso de cambiar el significado de las palabras. Lo
correcto es anunciar ese acontecimiento como "encuentro", pero parece que esa
palabra no es simpática para estos tiempos actuales donde se busca que nos "encontremos" lo menos posible. Otro
ejemplo es la palabra "bizarro", que se aplica para definir algo "rarísimo" o
"inexplicable" cuando su verdadero significado es elogiar la figura elegante o
la acción de una persona o de un grupo de personas. Un pueblo bizarro no es un
pueblo de características raras o inexplicables sino un conjunto de personas
que tienen en claro porqué van juntos hacia un buen fin y lo hacen con
elegancia, no por las ropas que usen sino por la seguridad con que marchan
hacia ese fin.
-Volviendo a "encuentro" la cosa es
yo te traigo lo mio para que te sirva y vos me das lo tuyo, los dos nos damos.
Un ejemplo: Centro de Educación de Adultos de Los Hornos (La Plata). Contábamos
allí leyendas. Hay en ese barrio mucha gente paraguaya y boliviana. Pensamos
que un punto lindo de encuentro eran las comidas. Yo comenté que me gustaba
mucho el arroz con leche pero no comía porque en mi familia a nadie le gustaba.
Bueno, seguimos... Cuando volvimos después de un tiempo a contar en ese centro de
adultos, Myriam, una señora que tenía 6 o 7 hijos, trajo en una bandejita arroz
con leche. Todavía me acuerdo y me emociono, porque yo se lo que le costaba un
litro de leche a esa mujer. Eso quiere decir que hubo un encuentro. Ella me
pudo escuchar y yo la escuché. Y no me voy a olvidar más de Myriam y de ese
encuentro. Esas son las cosas que buscamos.
Biblioteca de Arana
-Y esas impresiones que me mostraste,
que hiciste en tu casa con tu impresora, con dibujos de chicas y chicos que no
saben leer ni escribir y con esas imágenes se armó una revista... ¿Cómo es la
cosa?
-Esos son chicos de la "Casita del Rincón", que queda entre Villa Elisa y
City Bell (La Plata) y que viven muy alejados de la ruta y de su escuela y por
lo tanto no son chicos con dificultades para la lectoescritura, sino chicos que
no pueden acceder a la escuela.
Las narradoras fuimos durante varios meses, contamos cuentos y un día se
nos ocurrió decirles si no querían hacer una revista. Contestaron ¡sí queremos!
Pero después nos encontramos con que no sabían escribir. Son chicos con edades
de educación primaria. Entonces decidimos hacer lo mismo una revista,
grabándoles relatos orales, que luego las narradoras transcribimos y ellos
dibujaron todo lo que podían. Entre todas las narradoras hicimos un aporte para
hacer una hermosa revista para estimularlos, que podían hacerla. Y en verdad es
cierto que podían. Ahora estamos llevando hojitas A4 dobladas donde ellos
escriben a su modo, dibujan y las vamos acumulando para que puedan tener una
revista impresa en computadora para que sea legible por todos con tapas hechas
por ellos.
-¿A qué distancia del centro de
La Plata viven esos chicos que no pueden ir a la escuela?
-Veinticinco minutos del centro de La Plata. Y a diez minutos del centro de
City Bell, que de noche está iluminado como de día y con veredas calefaccionadas
para que quien quiera tomar un café "en exterior" no pase frío. Y los chicos de
El Rincón no tienen un micro que los lleve hasta la escuela...
-Estado "ausente". Quien quiera
oir que oiga...
-Lo importante es no dejar de lado una cantidad de cosas que estaban bien.
Entender que hay mucha gente que está pasando hambre, pero además es necesario
reestructurar la escuela, los clubes de barrio, esas instituciones que daban
contención a nuestra gente. Para que la juventud pueda elegir, no que le
impongan el tic toc como dijo usted y al que yo nunca entré. Para que tenga la
oportunidad de conocer de dónde viene y hacia dónde quiere ir...
-Y cuando tenga ganas de leer un
libro no le dé vergüenza porque le digan "ché, vos perdés mucho tiempo. ¿Cómo
vas a leer un libro que te lleva media hora? Cuando yo en media hora en tic toc
leo 25.000 mensajes en el tiempo que a vos te lleva un capítulo...
-Que sean herramientas, no fines. Para que alguien no nos haga pensar y
hacer lo que quieran esas herramientas.
-Si no hay un "mecenas"
particular, ese trabajo de las narradoras solo puede ser ayudado en su
concreción por el Estado. Si no hay Estado estas cosas no se pueden hacer.
Ustedes, aún así hacen estas cosas...
-Es que el Estado ya nos dio, a través de la educación pública. Yo nací en
un hogar sumamente humilde, sumamente humilde (subraya) pero tuve una escuela
pública en City Bell tanto primaria como secundaria. Y después me recibí en la
universidad también con un Estado presente. Sin un Estado presente ¿cómo la
hija de un obrero y una ama de casa podría haberse recibido en una
universidad?
CONTACTO
Buscar en you tube "Narradoras
sociales". Ahí aparecen los cuentos que utilizan De Blasis y sus
compañeras.
-¿Cómo hacen quienes quieren
convocarlas para que vayan a una escuela, un club o un centro cultural?
-Tenemos una página en Facebook y un teléfono coordinador, que es mi teléfono
(0221-155673450) y además la posibilidad de que nos encuentren siempre los
viernes de 17 a 19 en la Biblioteca Central de la Provincia, que queda en 47, 5
y 6, La Plata.
JULIO DE 2024
Con mucha alegría queremos
compartir con ustedes una linda noticia.
Las Narradoras Sociales de la Biblioteca Central de la Provincia de Buenos
Aires hemos sido galardonadas con el premio Pregonero en la categoría Especial
2024.
Estamos muy agradecidas y
sabemos que, como dijimos en la celebración de los 15 años, la identidad de
este grupo se construyó con la totalidad de los amigos y amigas que nos fueron
convocando, con las voces de las infancias que nos escucharon y nos contaron;
con las internas de las unidades carcelarias que visitamos; con quienes todos
los últimos viernes de cada mes nos acompañan...con todas, todos, todes.
Gracias
Adriana De Blasis, narradora.
Si desea escuchar a los queridos
orientales de "Agarrate Catalina" interpretando "Aporofobia" haga click en
"Audio de la nota"