Nuestro querido amigo Carlos Semorile, infatigable investigador y difusor de la obra de su abuelo, don Eusebio de Jesús Dojorti Roco (Buenaventura Luna) nos ha enviado este material que el señor Cristian Mallea ha publicado en su página y que, con el único afán de hacerlo conocer lo más posible, lo agregamos ahora aquí.
Queridos Mallea y Semorile: ustedes prueban la vigencia de lo que alguna vez afirmara en uno de sus poemas don Yamandú Rodríguez. : sigue dando criollos, muy buenos criollos el tiempo.
BIENVENIDOS LOS LECTORES ATENTOS
Esta nota, que destaca la labor del artista
Cristian Mallea, expresaba desde que la instalamos en "Identidad Cultural" :
Queridos Mallea y Semorile: ustedes prueban la
vigencia de lo que alguna vez afirmara en uno de sus poemas don Osiris
Rodríguez Castillos: sigue dando criollos, muy buenos criollos el tiempo.
A
raíz del mensaje del lector mendocino Rubén Giménez, que hemos recibido el 5 de
mayo de 2013 y que expresa:
Rubén Giménez
:
Perdón
Don Eduardo, pero la frase: "Sigue dando criollos, muy lindos criollos el
tiempo", no es de Osiris, es de El Remate, de Yamandú Rodríguez. Digo en
el afán de ser rigurosos.
Efectivamente, sigue dando
criollos, muy buenos criollos el tiempo pertenece a "El Remate" de don Yamandú
Rodríguez.
Hemos hecho la
modificación correspondiente, con el mayor gusto y satisfacción al comprobar el
compromiso con nuestras culturas de lectores inteligentes y atentos como don
Giménez, a quien nos permitimos recomendar visitar en su cuenta de facebook.
Y otro sí digo: Don Rubén,
públicamente le mangueo un par de archivos mp3 con sus interpretaciones en
canto y guitarra.
Ricardo Luis Acebal
.
martes 20 de
noviembre de 2012
VOLVERÉ
SIEMPRE A SAN JUAN
por
Cristian Mallea
Encuentro de Cultura Popular en
Jáchal.
Hola, gaucho. Quizá
ya te habrás enterado, quizá ya no pases más por acá. Igual te lo voy a contar.
Viajé a Jáchal (San Juan) con ese hermano que hace poco me trajo la vida:
Carlos Semorile, quien, como yo, tiene sangre jachallera. Él por su legendario
abuelo, el poeta huaqueño Buenaventura Luna; y yo por mi padre Ramón
Mallea, campesino y cantor de la Punta del Agua. Fuimos al segundo
Encuentro de Cultura Popular, organizado por el poeta y sociólogo José Casas,
evento incluido en la semana de la tradición, tan popular en Jáchal. Carlos y
yo, hicimos sendas charlas y yo expuse mis trabajos relativos a la gauchesca y,
sobre todo, esta ilustración que la considero el puntapié inicial para la
colaboración que nos proponemos realizar con Semorile, vírgenes de las
travesías mediante...
"Gran puente de
Luna", alusión al vals Puentecito de mi río que Luna compusiera
junto a Tormo. Ilustración expuesta por primera vez en Jáchal. A la izquierda,
completa; al lado, tres detalles.
Jáchal es una ciudad
antigua y orgullosa de sus tradiciones, un lugar con un poco de historia
precolombina (yacampis y capayanes vivieron allí) y otro tanto española y,
desde luego, mestiza, criolla hasta la cepa. Sus famosas "travesías"
fueron refugio de las montoneras chachistas y las de Felipe Varela. Cabecera
del departamento del mismo nombre, la ciudad de Jáchal casi era desconocida
para mí, que siempre pasé de largo hacia Huaco y la Punta del Agua. Me encontré
con un pueblo vigoroso, mucho talento, un grupo importante de intelectuales con
conciencia popular, una gestión municipal pujante, una memoria acérrima
para con su poeta mayor y algunos infiernos de esos a que nos tiene
acostumbrados el ego folklórico.
Hebe Almeida de Gargiulo y José Casas, exponiendo ante el público del Encuentro de Cultura Popular.
Pero hablemos de lo
lindo. Fue un honor conocer a Hebe Almeida de Gargiulo, escritora y defensora
del folklore cuyano, toda una celebridad por allá (el jueves, por ej, fue
declarada Ciudadana Ilustre de la ciudad de Jáchal) y, además, la más
experimentada del grupo. Sin embargo fue la más fresca a la hora tanto de los
bifes como de los aplausos. Una genia que destilaba simpatía y buen humor ante
el zonda más áspero o el frío y el hambre de la noche de la elección de las
paisanitas. Porque Hebe tiene ese don de gente, ese mundo y esa finura para
retar cuando hace falta y también halagar a un hombre sin hacerlo sentir que
queda debiendo. Gracias, hermosa.
Gaspar atronando con su guitarra, Semorile, Tejada, Hebe, Hidalgo y Casas.
El Magister José
Casas, el factótum que hizo posible este encuentro y mi llegada a Jáchal, es un
caso único. Admirable por todos lados, impecable en la disertación, maravilla
de poeta (me dedicó unos versos que aún me están haciendo llorar), parece lejos
de todo aunque esté ahí nomás registrando todo en su cabeza como un grabador.
Andar con él por las noches y las calles jachalleras fue como andar
con un rolling stone, una piedra que rueda aunque quiera dejar de rodar.
Dígase aquí que José es además un sobreviviente de las cárceles del proceso y
testigo principal de las causas de lesa humanidad en San Juan. Alguien que
además de testimonio, ha escrito y estudiado mucho aquel pasado y sus causas en
la figura de los pueblos de Jáchal, enviando así un bello mensaje al futuro.
Muchas cosas comenzaron y continuarán a través de él, ponga el ojo paisano.
Gracias, querido poeta.
Cuarteto de oro: Carlos Semorile, José Casas, Hebe Almeida de Gargiulo y el que suscribe. Me sentía un beattle.
También debo dejar mi recuerdo aquí para otros
tantos amigos jachalleros que tuve la oportunidad de conocer como a Gemma
Casas, Ana Valeria Ruiz, Ana Valeria Pezzini y José Luis Castillo, compañeros
de disertación e intelectuales de valía que me mostraron el lado libertario de
un pueblo acuciado por su destino de oro. También al amigo Marcelo
Ferreyra, secretario de Cultura de Jáchal y artista plástico, a cargo de
quien quedó la muestra que llevé para que circule entre la gente y las calles
jachalleras. Gracias a él, al concejal Mario Luna y al intendente Jorge
Barifusa, por su cálido trato y sus amables invitaciones. Gracias también al
maestro Dante Tejada por recibirnos en su casa huaqueña y permitirnos conocer a
Gaspar, un típico cantor de la montaña, un pedazo de tierra hecho hombre que
cuando abrió la boca y rasgó como una piedra la guitarra, se paró el tiempo y
sólo hubo orejas y ojos para él. La otra nota musical emotiva, la dieron los
chicos del taller "Cuerdas de Jáchal" que a pesar de haber perdido un
día antes a su maestro, Don Eudoro Aballay, tocaron igual en la plaza del
pueblo. Se me partió el corazón cuando los ví llorar a un lado del escenario,
al final. Al Lolo Hidalgo, folklorista, buen cantor y encargado de la parte
musical de los proyectos en CD de Semorile, se le frunció también. En fin,
ojalá todos, amigos jachalleros, nos volvamos a ver.
Los primos Benítez-Mallea en la cuesta de Huaco, como dijo el Pelado: "la leyenda continúa..."
Aquél sábado había
comenzado inmejorable, pues con el primo Héctor, hermano de
aventuras, encaramos la cuesta de Huaco en moto. Pasé por supuesto a saludar a
mi querido tío Martín y estuve un rato con mi viejo, enterrado muy cerquita de
don Buena. Ese mismo día tratamos de llegar todos a la Punta del Agua, pero
esta vez nuestra tierra nos fue esquiva. Con tanto asfalto y ruta nueva, no
hubo modo de encontrar la entrada a la vieja tierra prometida de los Mallea. Un
misterio, la próxima vez será. ¡Y ahí llegaremos, Don Amancio! Para
coronar las alegrías, la periodista Viviana Pastor, del diario Tiempo de San
Juan, me hizo esta linda
entrevista
que tiene un título
que me llena de orgullo. Entre lo mejor de andar entre esas montañas de seguro
estuvo el tiempo compartido con dos hermanos: uno viejo, alguien que es mi otro
yo allá en San Juan, Héctor Benítez; y el amigo Carlos Semorile, hermano
inesperado que me ha dado Buenos Aires. Pienso que desde aquellos lejanos
cielos jachalleros, estos regalos han venido gestándose para que hagamos algo
en particular. Qué será, no lo sé. Pero qué hermoso es andar averiguándolo.
Abrazo, aparcero.
Audio de la nota: "Puentecito de mi río", de Buenaventura Luna, A. Tormo y M. Canales. Intérprete: La Tropilla de Huachi Pampa, con el canto de Tormo y Canales.