UN MUSEO EUROPEO POR FUERA, A VECES SURAMERICANO POR
DENTRO
Texto
y registro sonoro del concierto: Ricardo Luis Acebal
Fotografías:
Hugo Javier Rodriguez Vilela
Impresiona el palacio que
ocupa el Museo Nacional de Arte Decorativo en el 1902 de la paqueta Avenida del
Libertador, en la Ciudad de Buenos Aires. Orgullo de la llamada "generación del
80", de los que celebraban el centenario de 1810 contentos porque cada vez nos
parecíamos más a Inglaterra (y a toda Europa) y cada vez menos a Suramérica.
Pero ¿sabe qué, paisana/paisano? este lugar hasta hace un poquito más de diez años muy rara vez era
utilizado para que en él se viviera una experiencia artística en la que los
protagonistas fuéramos los "bárbaros" y no los "civilizados".
Cuando lo inviten a
concurrir no lo cuerpee. Vaya, porque nos pertenece a todos y porque siendo
como es territorio de Cultura de la Nación, se ofrecen, con entrada libre y
gratuita, encuentros que usted no se debe perder.
Además la gente que ahí
trabaja lo atiende con amabilidad y no le va a preguntar de parte de quién
viene ni a exigir saco y corbata para entrar.
El pasado sábado 10 de
octubre, además de Barber y Britten (maravillosa música) el espacio se llenó de
sonidos de la Puna Jujeña y de Bolivia. Porque una orquesta compuesta por
jóvenes, llamada "Música Nueva" y
dirigida por un joven llamado Ariel Hagman
nos hizo sentir que, por ahí no todo lo rápido que quisiéramos pero inexorablemente,
nos vamos incorporando a la Suramérica de la que "los bárbaros" nunca nos
sentimos ajenos, pero sí los que planificaban nuestra educación formal.
Por eso, a muchos se nos
hizo "un nudo en la garganta" cuando escuchamos en ese ámbito dieciochesco los
sonidos de la Chimba Chica donde Jaime Torres vivía su adolescencia con Eduardo
y con Pastora.
Porque el arreglo del
maestrazo Gandini para que el charango se amigue totalmente con la orquesta de
cuerdas suena a "de aquí". En ningún momento las cuerdas nos recuerdan con sus
armonías que vinieron con los conquistadores.
En el programa que se le
entrega al espectador, al referirse a "Caminos de la Puna" dice: "Suite del charanguista argentino Jaime
Torres, orquestada por Gerardo Gandini con cinco movimientos que entremezclan
sonoridades tradicionales con juegos instrumentales más cercanos a la música
contemporánea".
Parte de la "Nueva" y su director, el maestro Ariel Hagman
Cada vez que terminaba uno
de esos movimientos uno debía hacer un enorme esfuerzo para no aplaudir
calurosamente a estas chicas y chicos con aplomo de grandes que constituyen la
orquesta. Todavía rige la costumbre de aplaudir recién al final y en todo caso
pedir ahí un "bis".
Y qué decir del
charanguista. Es un auténtico representante de un movimiento que cada vez tiene
más integrantes en la Argentina (de los cuatro rumbos) que han elegido para
expresarse a ese pequeño cordófono al que dio sonido argentino y trascendencia
mundial nuestro Jaime Torres.
Es de Paraná, Entre Rios,
se llama Nicolás Faes Micheloud y
pese a sus pocos años de vida ya tiene muchos kilómetros recorridos como
excelente embajador de nuestra música con identidad de esta parte del mundo.
Algunos datos más sobre la
Orquesta Música Nueva, también
incluídos en el mencionado "programa": "Se
formó a mediados de 2009 con la intención de generar un espacio donde puedan
convivir músicas tradicionales con músicas nuevas.
Permanentemente busca conquistar su público a través
de interpretaciones intensas y un repertorio ecléctico. La Orquesta Música
Nueva es un organismo de excelente nivel que busca promover nuevos universos
musicales para públicos diversos".
Es bueno hacer notar que
lo que aquí se comentó integra la "Programación del ciclo de música de cámara,
a cargo de Mariángeles Fernández Rajoy y Francisco Varela, integrantes de
CLÁSICA- Dirección Nacional de Artes.
Los integrantes de la Orquesta "Música Nueva", su director Hagman y el charanguista Faes Micheloud
Audio de la nota: Fragmento de "Caminos de la Puna",
de Jaime Torres, por Orquesta Música Nueva (dirección Ariel Hagman) y el
charanguista Nicolás Faes Micheloud