EN SANTIAGO DEL ESTERO, EN MALVINAS O DONDE QUIERA QUE
SEA
por
Ricardo Luis Acebal
"Shunko", de Jorge
Washington Abalos, debería ser el libro de cabecera de todas y todos las/os
bajitas/os que concurren a las escuelas de toda nuestra patria Argentina.
Acertadamente la Editorial
Losada, en la décima edición (1971) lo ubica en una colección que tituló
"Lecturas selectas escolares".
A mi me sucede que abra el
libro en la página que lo abra, no termino de leer una página sin que me chorreen los ojos.
Cuando en la página 63
Ábalos nos describe el momento en que Shunko ve por primera vez una bandera
argentina flameando y haciendo un ruidito "como a ropa sacudida" a mi me pasa lo
mismo que cuando canto "Aurora" (en rigor "Canción de la Bandera" de la ópera
"Aurora"): se introduce en mi una sensación que me entra por el corazón y se
queda allí, no circula hasta el cerebro.
Quiero decir que no me
interesó nunca, y menos ahora, analizar "intelectualmente" lo que me ocurre con
la celeste y blanca y con nuestro Himno Nacional.
Por ahí sería como
"intelectualizar", explicar mencionando a expertos estudiosos de todos los
tiempos, porqué a los 10 años me enamoré perdidamente de una compañerita de
escuela, con una pureza que nunca más volví a sentir en todos los
enamoramientos posteriores a ese metejón pre-adolescente.
Quizá por eso José de San
Martín decía frecuentemente ante quienes quisieran "escucharlo" (no "oírlo"
solamente): "La mejor manera de llegar a la cabeza es empezar por el corazón".
Desde luego que el
tránsito por la Vida hace que uno encuentre todo el tiempo nuevas explicaciones
a porqué elige ser de la Patria donde nació. Y eso lo hace encontrar el camino
que lo conduzca junto con sus compatriotas a ser un digno nacido en esta tierra
suramericana y defender con gusto "el aire de aquí". Pero de todos modos ¡qué
hermoso es tener claro que no es cuestión de cálculos el amor por el suelo
natal y que el tener que abandonarlo sería el peor castigo a recibir!
María Catalina Echevarría, bonaerense de Pergamino, fue quien bordó -a pedido de Belgrano- la primera bandera argentina, aquella que fue jurada a orillas del Paraná el 27 de febrero de 1812 y changuitos santiagueños, alumnos de una escuela rural, juntando leña.
Volviendo a Shunko, el
autor nos lo describe como a un changuito más del monte santiagueño, que
llegado a sus seis años concurre por primera vez a la escuela. Y como no puede
ser de otra manera va hacia el encuentro del maestro y su escuela con una
preocupación que se parece mucho a un susto grande.
A tal punto que:
DARÍO VOLONTÉ, TENOR CELESTE Y BLANCO
Porteño de nacimiento,
fletero, veterano de la Guerra por Malvinas (sobreviviente al hundimiento del
Crucero Belgrano), Volonté es un tenor "lírico" que no comparte el concepto
culturoso que valora como Música a la
llamada "clásica" o "seria" y desprecia, o por lo menos minimiza a la
"popular". Lo escuché cantar "El día que me quieras" y otras maravillas
populares y cuando algún periodista lo requirió al respecto, expresó:
"No podés transmitir algo que no sos. A mí me
mueve la libertad de estar libre de cualquier obligación o deber ser. Soy
todoterreno y con esa fuerza canto."
El 11 de mayo de 1999 un
diario de Buenos Aires publicó:
"No pienso radicarme
en el exterior. Vivo en el campo, en Marcos Paz, aunque nací en la Capital
Federal y me siento muy bien con aire, verde, luz y viajando cada vez que me
requieren en algún teatro del mundo", dice el joven tenor argentino Darío
Volonté, que asumirá el personaje de Mariano en la ópera "Aurora", de
Héctor Panizza, que se repondrá hoy, si el paro lo permite, en el Teatro Colón.
El
"paro" lo permitió. Estuve en esa función de Gran Abono del Colón, grabé en mi
condición de periodista radial la representación de "Aurora" y usted podrá
escuchar esa grabación al pie de esta nota.
Otro
diario, también de Buenos Aires, cronicó:
En mayo de 1999 debutó en el
Teatro Colón
con la ópera "
Aurora
" de
Héctor Panizza
realizando
el primero y único bis en la noche de
gran abono en la historia del Teatro Colón con la Canción de la Bandera del
intermedio épico.
Desde
el lugar que me asignó el teatro, asistí (y desde luego contribuí) a la estruendosa
ovación de cinco minutos que brindó todo el numeroso público a la
interpretación de la Canción de la Bandera. Volonté se conmovió hasta el llanto
y uno de los cantantes lo abrazó, mientras se multiplicaban los gritos de
¡Otra! y ¡Bis!
Y
entonces, ocurrió lo inusual en estos casos: el director ordenó a sus músicos
interpretar de nuevo la Canción de la Bandera. ¡Memorable!
Sentí
en ese momento y también lo siento ahora, que los 17 años que separaron al
celeste y blanco de la Guerra por Malvinas de este celeste y blanco del Colón
pasaron fugazmente, como un instante entre dos momentos cumbre en la vida de
este tenor con identidad nacional.
Darío Volonté, porteño, veterano de Malvinas y Valentina Tolaba, madre del suboficial Mamaní (ambos de Abra Pampa, Jujuy) desaparecido en el hundimiento del Crucero ARA Gral. Belgrano.
RICOS CELESTE Y BLANCO: LA EXCEPCIÓN QUE CONFIRMA LA
REGLA
Es necesario, diría que
imprescindible, apuntar que de la llamada "clase alta" también han salido
algunos excepcionales seres que se jugaron por una patria donde los avances sociales y científicos terminaran
con un mundo de atraso, regido por una antigua "ley" que da por sentado que
"hay quienes nacen para mandar y quienes nacen solo para obedecer".
Unos pocos ejemplos de lo
expresado: 1) Martín Miguel de Güemes, a quien mató a traición un sicario
pagado por la clase alta salteña, ofendida porque don Martín pretendía que se respetara
a los gauchos de pata al suelo como seres humanos. 2) Enrique Telémaco Sussini,
el líder de los "locos de la azotea" de 1920, cuyo objetivo de lograr la transmisión
radial no tenía nada que ver con un "negocio empresarial" sino una comunicación
entre los seres humanos para mejorar el entendimiento y la convivencia. 3) Ernesto
Guevara De la Serna: ¿hace falta recordar lo hecho por El Ché? 4) Jaime De
Nevares, Obispo del Neuquén, participante de luchas obreras en pleno "proceso
militar", sobreviviente a varios atentados con bombas. 5) El Padre Carlos
Mujica, asesinado por representantes de "la derecha", que se consideraba
traicionada por la acción pública de alguien que había nacido entre "ellos"...
Si desea escuchar lo ocurrido en el Teatro Colón de
Buenos Aires el 21 de mayo de 1999 haga click aquí:
Audio de la Nota: "Canción de la Bandera" por Darío Volonté y
Orquesta del Teatro Colón.
Si desea ver y escuchar a Darío Volonté cantando
"Aurora" acompañado en piano, haga click a la derecha y arriba de esta página.