EL HOMBRE SABE LO QUE SE ACUERDA...

por Ricardo Luis Acebal

Solía bromear con que la calle con su nombre es más larga que la capitalina Avenida Rivadavia. Siempre de buen humor, paisanamente dicharachero, con lo que no bromeaba era con su ideología política.

Y parece que el destino lo premió llevándoselo al gran silencio en la misma fecha que su líder. El primero de julio de dos mil veinte, cuando se estaba recordando el aniversario número 46 de Juan Domingo Perón dijo ¡chau, no va más! y se hizo eternidad.

Había llegado a esta dimensión el 7 de febrero de 1940. Contaba pues con 80 años de acuariano y vasco. ¡Se la regalo compañera/o con semejante combinación!

A la vuelta de la tapa de su disco compacto subtitulado "El Resero" aporta datos de sus padres y su rancho en Lezama, incluyendo una de esas frases de Perón dignas de ser tomadas como normas de vida: "El hombre sabe lo que se acuerda":

El contenido:

La tapa fue realizada nada menos que por Martiniano Arce (El fileteador de Buenos Aires) y Don Crube aparece transitando una calle de Lezama, en una foto tomada por su amigo Ruiz en 2006.

En otro de sus discos herencia, en este caso de 2008, si bien puertea con "El Resero", monumento instalado en Mataderos, Ciudad de Buenos Aires, en el interior vuelve nuevamente a sus tatas y su rancho en Lezama a través de una décima y una foto tomada por "M&M".

Como en el ejemplo anterior, la/o invito a leer atentamente cada uno de los archivos que conforman cada uno de los compactos, por los temas tratados, por el nivel de los autores de esos temas y también por quienes aparcerean a Crubellier.

AVENTANDO RECUERDOS

El payador de Lezama no escribió un libro sobre su vida (tinta sobre papel) y hasta el momento de su partida quien esto escribe no conoce que exista una publicación en la que alguien haya reflejado la muy rica experiencia vital de este hombre a partir del momento en que se alejó de su Lezama (según él mismo a los 22 años) hasta este 1 de julio pasado. Pero precisamente esa vida andariega y constantemente creativa hará que no le llegue nunca el olvido, que como es sabido es la única muerte.

El 30 de julio de 1985 interpretó lo escrito por poetas bien nuestros (como Boris Elkin, Martin Castro, Luis Acosta García...) en un casette al que tituló "Aventando recuerdos", que se transformó en un disco compacto en el año 2012.

Su casa de la clalle Independencia 25 (Sarandí, Gran Buenos Aires al Sur) un antiguo corralón donde se guardaban chatas en tiempos antiguos y con herrería incluída, ha quedado llena de recuerdos. De creaciones gestadas allí, de encuentros con otros intérpretes de su calibre y/o de simples asaditos compartidos con amigos.

Don Crube improvisando y saliendo de "su habitación". (Fotos: Ricardo Acebal)

Compartiendo la mesa de su cocina con amigos y la compañía de Evita. Y un testimonio de su buen humor en la pared de la piecita donde se guardan "las herramientas". (Fotos: Ricardo Acebal)

Con Carlos Fernández, el panadero de Burzaco ("Centro de Culturas Nativas La Panadería"), acompañados por Evita y el General. (Foto: Ricardo Acebal).

CRUBELLIER SEGÚN LOS ESTUDIOSOS

En "El cantar del payador", que la experta Beatriz Seibel publicó en 1988, testimonió la foto de tapa de un disco de vinilo larga duración, aparecido en 1982 y un fragmento de un "compuesto" de Crubellier, explicando la autora que "La improvisación en público de versos rimados y cantados con guitarra es un arte tan difícil como efímero, ya que son palabras que se lleva el viento. Para sustraerse a este triste destino, y como una pequeña trampa a las leyes del juego, casi todos los payadores escriben versos más elaborados, llamados "compuestos", que publican luego en hojas sueltas, folletos, diarios y revistas".

Por su parte la Licenciada Ercilia Moreno Chá en su excelente "Homenaje al payador rioplatense" (libro y disco compacto, año 2005) expresa: "En su larga trayectoria destaca su actividad junto al payador Alvaro Celedonio Casquero, con el que concretaron algunas presentaciones en TV en la década del `60 y su actividad radial como parte del elenco estable del memorable "Rincón de los Payadores" que se emitía por Radio Argentina en la década del `80."

E incluye entre los testimonios sonoros un fragmento de la payada entre Crubellier y Víctor Di Santo, recogida por ella en el Centro Tradicionalista "El lucero" de Gral. Pacheco (Pcia. Bs. As.) el 19 de enero de 2003.

Por su parte el reconocido investigador y profesor Abel Zabala, en su libro "Al son de rústica cuerda-El verso improvisado en el Río de la Plata" editado en abril de 2007 destaca también el aporte de Crubellier, incluyendo dos testimonios gráficos muy interesantes. Uno muestra un afiche de 1960, donde aparece el apellido de don Aldo mutilado y transformando su origen vasco francés en un itálico Crubelli. El otro es una foto tomada en "La Montonera" de Ensenada, Provincia de Buenos Aires, donde aparece nuestro hombre integrando "la flor y nata" de la Payada en la década del `80.

EL OTOÑO DEL PATRIARCA

El disco de despedida:

Solo la inactividad forzosa obligada por la conocida pandemia consiguió aquietarlo en su casa. Hasta que eso ocurrió marcó una asistencia casi perfecta a los encuentros que se realizan desde hace 20 años en el Centro de Culturas Nativas "La Panadería", de Burzaco, Provincia de Buenos Aires.

Por eso este abrazo de hasta luego que le doy (seguramente representando también a miles de criollos que lamentan tan profundamente como yo su ida para el lado de las nubes) tiene toda la calidez de la cuadra panadera y fogonera de la Avenida Monteverde  6452.

Los payadores José Luis Ibargüengoitía (Mar del Plata) y David Tokar (San Vicente) celebrando vaya a saber qué rima dedicada a ellos por Crubellier.

Crubellier flanqueado por Carlos Fernández (con rigurosa vestimenta blanca de panadero) y Jorge Brandoni.