Fotos:
Tony Reyes León
Como siempre lo hizo, Luis
Landriscina provocó risas y lágrimas en los hombres y mujeres que colmaron el
lujoso Salón Dorado de la Cámara de Diputados de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
Estrenó su merecidísimo
reconocimiento como "Ciudadano Ilustre" ilustrando a la concurrencia sobre la
diferencia entre cuento y chiste, hizo reir con los ejemplos y después contó
cosas de su infancia que hasta el momento nunca había revelado. Y ahí fue el
momento de las lágrimas.
Una fiesta de Identidad
Nacional.
Quien esto escribe
(jauretcheano a muerte) no cree demasiado en la importancia cultural que
algunos le dan a las "academias" (de Medicina, de Historia, de Economía, de Ingeniería,
de Folklore…) pero, como la esperanza es lo último que se pierde, quien sabe si
a lo mejor después de tanto tiempo de creada la "de Letras" no se haría un poco
"Nacional" si se lo incorporara a Luis como uno de sus miembros principales.
¿Quién conoce tanto como
él acerca del significado de palabras, giros idiomáticos y tonadas provincianas
vigentes en el habla popular de todos los rincones de nuestra extensa Patria
Argentina?
Y en una de esas, quien le
dice, podemos llegar a editar -academia mediante- un diccionario donde no
falten palabras, dichos, refranes, modismos, algunos cuentos, etc. como para
poder ilustrar por escrito a quienes todavía dudan acerca de que tenemos una
identidad multifacética y riquísima que nos libera de tener que andar siempre
buscando por ahí lo que tenemos por aquí.
Ricardo Luis Acebal
El Salón de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires absolutamente colmado