HONRAR LA VIDA Y LA IDENTIDAD CULTURAL
Texto y Fotos: Ricardo Luis Acebal
La comunicación es un arte y el arte es comunicación. No se concreta el hecho artístico si no hay un emisor y un receptor, un artista que envíe su mensaje y otro ser humano que lo interprete primero con su corazón y luego con su cerebro.
El artista nace, no se hace. Atahualpa Yupanqui paisanamente solía decir: "Nadie larga nada afuera si no tiene nada adentro".
Hay humanos que nacen artistas (con un gran "adentro") y logran ser interpretados en sus expresiones por los demás seres humanos, artistas o no artistas.
En el rubro Radio no todos los locutores son artistas de la comunicación. Muchos dicen muy bien los avisos comerciales, la sigla de la radio y lectura de títulos de canciones más los de sus autores y compositores y noticias, pero no están en condiciones de COMUNICAR, así con mayúsculas, aunque hayan egresado del ISER con las máximas calificaciones.
Los que tenemos muchos años de experiencia como oyentes radiales hemos atesorado voces de algunos de esos artistas de la comunicación: Antonio Carrizo, Rafael Diaz Gallardo, Beba Vignola, Cacho Fontana, Omar Cerasuolo...
No estoy afirmando que sean los únicos ni los de mayor popularidad, sólo estoy indicando los que más recuerdo y para mi merecen sin dudas cada uno el título de artista de la comunicación.
En este año del centenario de la Radiodifusión como medio de comunicación masiva mundial, que comenzó a ser tal a partir de aquella transmisión "en broadcasting" llevada a cabo por los "Locos de la Azotea" el 27 de agosto de 1920 en Buenos Aires, va a continuación algo de la rica historia de uno de esos artistas de la comunicación que tenía muy clara su identidad cultural.
OMAR CERASUOLO, HOMBRE DE XANAES
Un buen día de 1992 acepté la invitación de acompañarlo a su pago cordobés, donde vivía sábados y domingos, ya que de lunes a viernes habitaba el porteñísimo barrio de Boedo. Es que en ese tiempo trabajaba en radio siete horas por día realizando "La noche que me quieras", por Continental y "Una mañana para todos" por FM Nacional.
En el micro fuimos conversando acerca de programas que habían sido conducidos por él: "El tren fantasma", "Folklore (y Tango) en FM Rivadavia", "Intercambio", "Los intérpretes", "Solo por hoy" y "Evolución y entorno", todos con notoria repercusión de audiencia.
"Olympia, la voz clara y cordial al servicio del comercio local les informa que en el día de hoy se unirán en matrimonio..." dice la voz multiplicada por varios altoparlantes (bocinas) ubicados estratégicamente en los lugares de la ciudad donde la gente se reúne a intercambiar saludos y deseos.
Cerasuolo y los parlantes de la propaladora riosegundense.
"La propaladora fue, y sigue siendo, el nervio motor de estas comunidades -
dice Omar Cerasuolo- y es el germen de lo que son ahora las FM comunitarias. Cuando los sábados y domingos había acontecimientos que remarcar, un baile, una fiesta o lo que fuese se hacía rodante, con los parlantes arriba de los autos. Yo hacía eso"
Era una voz de propaladora y también era profesor de Historia, Geografía y Educación Democrática en la "Politécnica de Río Segundo", en Córdoba.
Ya por entonces el río Segundo hacía miles de años que llevaba agua desde las Sierras Chicas hasta la laguna Mar Chiquita. Desde siempre había buscado la conversación de los hombres que se acercaban a sus orillas, pues a cuantos quisieran escucharlo les contaba la historia del comienzo del mundo, de los tatarabuelos emplumados.
El antiguo puente ferroviario sobre el Xanaes.
"En el basural que había en este campo -señala Omar- por la calle Belgrano al fondo y hasta el río, de pibe buscaba vidrios para venderlos. En ese tiempo hice el primero inferior y el superior en una escuela rural, donde era maestro mi viejo Dante. Íbamos y volvíamos a pie a la escuela, que quedaba a siete kilómetros de aquí."
Son las 9 y media de la mañana cuando entrevistador y entrevistado llegamos a la orilla del Segundo (¿o Xanaes?). Dos changuitos que lo cruzan medio nadando, medio caminando, se acercan con frascos donde juntan renacuajos, pececillos y otros tesoros. Tienen piel color de arcilla horneada al sol, ojos con brillo de canto rodado mojado por el padre río, 9 o 10 años de edad... Uno de ellos, carita todo sonrisa, invita a quien esto escribe con su tonada cordobesa "galopeadita": "¿No se baña don?".
Omar, el r?o y los changuitos busca tesoros.
Como en ráfaga cargada de recuerdos, magia y afectos desfilan en pocas horas el recolector de cantos rodados para construcción, que hace su trabajo en el río, Dante, el ex maestro rural, padre de Omar ("venga a conversar conmigo, tengo tantas cosas para contarle"), doña Lucía, madre de Omar, cuidando sus rosales y queriendo retener unos minutos al grandote de su hijo ofreciéndole café, la tumba del poeta Jorge Vocos Lescano, en un rincón de la vereda aledaña a la Biblioteca Sarmiento...
Recitando a Vocos Lescano, con el fondo del r?o y los recolectores de cantos rodados para construcci?n.
Omar con Luc?a y Dante hojeando "Xanaes"
Cerasuolo cuenta cómo empezó a escribir su libro "Xanaes": "Así se denominaba a lo que es hoy Río Segundo en el idioma sanavirón. Ferreyra Videla, en su libro `Evocación y Anales del Río Segundo` dice: 1576. Están corriendo los días de Navidad que los nativos llamaban Xanaes, la Entrada."
Y continúa: "Yo descubrí este sitio (monte, pájaros, río y proximidad de yacimiento aborigen) con mi señora y mis tres hijos (dos niñas y un varón). A dos mil metros de aquí hay un algarrobo de doscientos años y al pie del mismo dicen que hay una Salamanca".
Fuimos hasta donde estaría la puerta de "la Salamanca" (algo así, más o menos como un "infierno" criollo). El algarrobo impresiona por su porte y las caprichosas formas de su tronco. No fue posible ver a Zupay, pero sí la visita fue musicalizada por un incansable coro de zorzales, carpinteros, calandrias, crespines y quién sabe cuántos cantores más.
Cerasuolo: premios en Buenos Aires, ra?ces en R?o Segundo.
Casi hasta su día final (10 de febrero de 2016) Cerasuolo comunicó su palabra con Identidad por la "Folklórica" de Radio Nacional.
Había nacido en Xanaes el 29 de junio de 1945.
Audio de la nota: Omar Cerasuolo recita "Pimpollo", poema del padre Julián Zini.