MEMORIAS DE UN GRAN COMPAÑERO:
RUBÉN PÉREZ BUGALLO
-"Yo fui primero guitarrero y de a
caballo, y después me hice antropólogo". Así me decía Rubén en largas charlas
que teníamos sobre caballos, folklore y política. Sí, de política, porque fue
un compañero del campo popular y nacional sin ninguna duda. Compartí con él las
difíciles circunstancias de la defensa de nuestro espacio de folklore en las
duras discusiones previas a la creación del I.U.N.A. ante la incomprensión de
colegas de otras áreas.
Su labor como músico e investigador es
difícil de resumir. Investigador del Instituto Nacional de Musicología,
Investigador del Conicet, participó del
excelente programa documental "La aventura del Hombre", recopilador de
la música y la voz de músicos populares
criollos y de pueblos originarios, en largas temporadas de convivencia con
ellos.
Autor de un
casi desconocido libro sobre "refranes criollos" analizando orígenes y
características de los mismos.
Imperdibles sus trabajos "Música criolla tradicional de
la Prov. de Buenos Aires, que grabara Atilio Reynoso, "Música criolla
tradicional de la Argentina", edición del IUNA con el grupo " Antigal"
que él creara, y su último trabajo "Música mbyá del territorio
argentino", todos acompañados de cuadernillos (en realidad libros) con estudios
críticos sobre los temas. Y ni hablar de
su libro "El Chamamé" imperdible para los que nos gusta esa expresión musical.
No lo voy a hacer, pero estuve tentado de comentar las coincidencias entre lo
planteado por Rubén en esa obra, y los fundamentos de mi cátedra de "Folklore y
Arte Argentino" en la ahora U.N.A.
"Antigal" durante una presentación en el Congreso de la Nación
¿Premios y reconocimientos?: para sembrar al voleo.
Ha recibido, entre otros: mención especial de los Premios Nacionales de
Cultura (1995); Premio Cóndor (1995); Premio de la UNESCO en la categoría de
música étnica (1997) y el que más apreciaba : el Premio Nacional de Antropología y Metodología de la Investigación,
otorgado por la Secretaría de Cultura de
la Nación en el año 2002.
Escribo estas líneas incompletas que no se si reflejan lo que significó
Rubén Pérez Bugallo para nuestra cultura nacional. No está en la portadas de
los medios, no se si aparecerá en algún "suplemento cultural" para solaz de
algún aburrido lector de fin de semana para el que por ahí la cultura es solamente un "suplemento".
Escribo desde el profundo y permanente recuerdo del amigo que el 10 de
febrero de 2007 calló su voz y del que sigo aprendiendo a través de su
obra. Mi querido "guitarrero y de a
caballo": te mando un abrazo eterno.
Alberto
Sorzio
Ninguna tumba guardará sus investigaciones