LAS FOTOS Y LAS RADIOS EN EL
SIGLO DE LOS ROBOTS
por Ricardo Luis Acebal
Sábado por la noche, mayo de 2024, Planeta Tierra, Continente Americano,
República Argentina. Participé como público de una excelente propuesta
artística en un centro cultural de Burzaco, Provincia de Buenos Aires.
1-Prácticamente la totalidad del público asistente (mujeres y hombres
adultos y jóvenes) no paró de operar "ansiosamente" sus individuales celulares,
mientras aguardaba que se iniciara el espectáculo. El sonidista y su asistente
no dejaron de operarlos durante la realización de la puesta y solo interrumpían
muy brevemente esa operación celulárica para aplaudir, cuando el público lo
hacía.
2-Cuando la cosa comenzó, prácticamente todos los espectadores que tomaban
fotos con sus celulares lo hacían "verticalmente", aunque la imagen de los dos
protagonistas era horizontal y todos los que tomaban las fotos tenían sus ojos
ubicados uno al lado del otro, horizontalmente en sus caras.
3-En esta nota se incluye un video que aconsejo ver horizontalmente (como
está realizado) a los integrantes de la manada de "fotógrafos" verticalistas
que día a día parecen multiplicarse. Y sobre todo a quienes tienen
responsabilidades docentes: troesmas, profes, etc.
Radio en 2024. Modernización técnica sí. Pero ¿y los contenidos?
EL "ESTRÍMIN" Y LA RADIO
Quizá al lector de esta nota le haya llamado la atención que en su título
se incluya (entre comillas) la palabra estremos y no extremos. Bueno, ocurre
que desde hace algunos años a esta parte parece que los oyentes de radio
necesitan imperiosamente ver las caras de los conductores de los programas y de
sus entrevistados. Entonces a eso que le llaman estrímin, dicho en criollo, que
comenzó a implementarse más o menos en el 2005, ahora parece ser un signo de
distinción y hasta las radios identificadas con lo nacional y popular meten
ruido y espamento con esto de que "usted puede vernos, además de escucharnos,
gracias a las cámaras que se han instalado en nuestro estudio". Y como si fuera
poco, también cuando hacen escuchar música, la ilustran con imágenes.
El maestro Alejandro Dolina definió en uno de sus programas al "estrímin"
como "televisión de bajo presupuesto".
La Radio, así, con mayúscula, no necesita ni necesitará para comunicar
ningún "auxilio gráfico". Sí le resulta imprescindible contar con comunicadores
(no solo locutoras y locutores profesionales que sí son necesarios) que sepan
comunicar. Que tengan algo para comunicar,
no que simplemente se pongan delante de un micrófono a contarle a los oyentes
durante diez o quince minutos (por ejemplo) que le gusta tal o cual comida, que
la lluvia o el frío lo ponen de mal humor y otros temas tan importantemente
radiales como estos. Y si además lo hacen medio a los gritos y encimándose con
lo que sus compañeras y compañeros de mesa también expresan al mismo tiempo,
cartón lleno. Las imágenes se les deben
formar a los oyentes dentro de sus cabezas cuando lo que se les comunica tiene
contenido serio, no solemne, enviado por el comunicador respetando la
inteligencia de quienes han sintonizado el programa.
Si el oyente radial necesita entretenerse con imágenes es porque el
comunicador no le habla ni le envía una música que lo enganche.
Volverá la Fotografía (graficación de la luz) a ser un Arte y la Radio a
generar imágenes en sus oyentes. Aunque por ahora el siglo 21 sea un cambalache
aquí y en el resto del mundo, con millones de seres humanos que confunden
"progreso" con robotización.