ARGENTINA, ESTADO PLURINACIONAL Y PLURICULTURAL
A medida que avancemos en
el conocimiento a fondo de nuestro pasado histórico y continuemos revisando los
contenidos de las materias con las que
actualmente se mal informa a los estudiantes de los niveles primario, secundario y (sobre
todo) universitario, seguramente la participación de los seres humanos de piel
negra y cabellos enrulados en las luchas independentistas y en la identidad
cultural de América será revalorizada.
Cuando las espadas de los
"adelantados" representantes de sus majestades españolas, con la complicidad de
la Cruz Católica (complicidad por la que pidió perdón el Papa Francisco en su
visita de julio de 2015 a América) dejaron sin indios para mano de obra esclava
de quienes "habían nacido para mandar", se hizo intenso el tráfico forzoso de
africanos hacia estas tierras.
Así llegaron a América los
que fueron "Pardos y Mulatos" de los tiempos de la Revolución de Mayo, los que
pelearon a las órdenes de San Martín,
aquél Ansina que acompañó en su exilio paraguayo al enorme Artigas, la valiente
y dulce María Remedios del Valle que integrara el ejército de Belgrano tirando
tiros y curando heridas en medio de los cañonazos y cargas de caballería, los de don Juan Manuel de Rosas, los que
fueron carne de cañón en la "guerra de la triple infamia" entre Brasil,
Argentina, Uruguay y Paraguay (planeada y conducida por blancos como Bartolomé
Mitre y el emperador de Brasil) los "anónimos" que contribuyeron al nacimiento
de ritmos tan nuestros como "milonga", "malambo", "candombe", "tango"…
Hay quien afirma que Simón
Bolívar tenía abuelos africanos y aunque a los afrodescendientes argentinos (y a
todos los que no somos afro pero sí somos argentinos) no creo que deba
enorgullecernos, es necesario también apuntar que un señor que siempre estuvo
al servicio de intereses extranjeros pero fue "el primer presidente argentino",
don Bernardino Rivadavia, también tenía ancestro negro.
Y Cabral (el patriota
sanmartiniano, no el trucho leguleyo de ahora) y don Gabino Ezeiza y don Oscar
Alemán y don Salgán…
Desde luego que los aquí
recordados sólo son algunos de las negras y los negros que no merecen nuestro
olvido en el momento de analizar cómo está compuesta la pluri-identidad
cultural de nuestra Patria Grande Americana.
Joaquín Lenzina ("Negro Ansina")
por
José Silvio Curbelo
Nació en Montevideo el 20
de marzo de 1760. Hijo de esclavos; oficio: aguatero. En su adolescencia se
trasladó al campo y fue payador, de estancia en estancia.
Después embarcó como
cocinero en una nave que iba supuestamente hacia Las Malvinas. Cuando descubrió
que era un barco pirata, desembarcó en un puerto brasilero. Lo capturaron y lo
vendieron como esclavo.
José Gervasio Artigas lo
compró y le dio la libertad. A partir de ese momento Lenzina (Ansina) acompañó
al procer oriental hasta su muerte en Paraguay. Visitaba periódicamente su
tumba en Ybiray.
Cuando trasladaron los
restos de Artigas al Uruguay (sin avisarle) compuso un poema que termina
diciendo: "…se llevaron al general pero olvidaron su sombra."
Ansina declaró que
dominaba tres idiomas: español, portugués y guaraní.
Entre sus poemas versificó
las "Instrucciones del Año 13", según él "para que no se olvidaran".
Falleció en la capital
paraguaya, Asunción, en 1860. Había cumplido, por lo tanto, 100 años.
" Ansina me llaman y Ansina yo soy"
EL CORTO METRAJE "ANTEPASADOS PRESENTES"
Fue realizado por Silvia Mónico, Sebastián Dugo, Patricia
Ciccioli, Manuela Torres y Martín Calderón durante el mes de junio
de 2015, como trabajo práctico de la materia "Medios Audiovisuales" de la
carrera que cursan en la Universidad
Nacional del Arte (ex IUNA) Area
Transdepartamental de Folklore, en Buenos Aires.
Quienes estamos a cargo de
la materia que cursaron los cinco realizadores (Profesor
Rafael Lino Gindin
y
quien firma esta nota) lo calificamos con diez puntos, porque es un digno
trabajo cinematográfico realizado sin equipos "profesionales" y en muy pocos
días de rodaje.
Y sobre todo porque
eligieron un tema de tanta trascendencia como es el de nuestra "pluri-identidad
cultural" y eligieron "llegar a la cabeza empezando por el corazón", como reza
uno de los lemas que a menudo expresaba nuestro José de San Martín.
Desde luego no agota el
tema (lo que no sería posible ni con un largometraje de una hora y media) pero
sí contribuye a despertar la inquietud de conocer más sobre la negritud en la Argentina.
Es esperanzador que este
cortometraje que los lectores de "Identidad Cultural" pueden ver con hacer solo
un "click" (gracias a la autorización de sus creadores) sea uno más de los
tantos muy buenos productos que se consiguen con el trabajo diario y silencioso
de un instituto educativo público y
gratuito como la U.N.A.
Ricardo
Luis Acebal