OCTAVIO OSUNA
por Ricardo Luis Acebal
Nació el 12
de junio de 1936 en Victoria, Provincia de Entre Rios. A los dieciocho años
"bajó" a Buenos Aires, donde cantó en peñas con Edmundo Zaldívar (hijo, el
autor de "El humahuaqueño"), Roberto Grela , "Llajta Sumaj" (Velárdez-Vergara),
Arbós-Narvaez… Frecuentador de "Mi Refugio", legendario boliche ubicado en la
calle Maipú, al lado de los estudios de Radio El Mundo, vivió plenamente la
"explosión folklórica" de la década de 1960, cuando en Buenos Aires los luthier
no daban abasto para proveer de guitarras a las casas de música y hubo que
importarlas desde Brasil. ¡Noches de los
`60! ¡Con Rubito Larramendia, "Tres para el Folklore"!... Cantó boleros, con el "Trío Azul" de Roberto
Palmer, quien posteriormente integrara "Los Quilla Huasi", tiempos de muchos
sueños y poco sueño (de dormir).
ENCUENTRO EN LA ESQUINA DE HOMERO
Acebal: Bueno, San
Juan y Boedo, antigua…
Osuna: Cielo
perdido…
A: Estamos justo
enfrente al bar de Homero ¿no?
O: De Homero, sí,
donde estuvieron todos los grandes.
A: ¿Y qué está haciendo
por acá Osuna, en esta esquina tanguera?
O: Estoy viviendo
en esta zona, a dos cuadras de aquí. Estoy bien, lindo lugar…
A: ¿En cuántos
lugares más de Buenos Aires has vivido Octavio?
O: No muchos.
Cuando vine de mi pueblo, de Victoria, me radiqué con toda la familia, con mis
hermanos, en Villa Urquiza. Después anduve por dos o tres lugares más. Con uno
de mis hermanos tuvimos un restaurante. Con Osvaldo Ribó ¿lo conocés?, cantor
de Tango. Así que pusimos un restaurante en Devoto, donde nos fue muy bien
durante varios años. Después de ese tiempo regresamos a Victoria con mi madre,
porque ella quería volver. Después ya me largué solo para acá, otra vez. Volví
casado y ya me instalé en Buenos Aires. Hice varios trabajos acá. Pero siempre
volví a la Música. Una vez hice un curso de inseminación artificial, en mi
pueblo entrerriano, con un veterinario amigo. En una estancia inmensa… Y bueno,
me convertí en "inseminador artificial".
Estuve tres, o cuatro años ahí "haciendo terneros". Papá de terneros era yo,
hasta que me llamó Antonio Tarragó Ros. Se había separado de su conjunto Angel
Dávila, que cantaba con él. El conjunto se completaba con Moncho Ferreira.
Angelito se había peleado con Antonio "por esas estupideces" . Orlando Vera,
también de Victoria, en SADAIC le propuso a Antonio ¿porqué no lo llamás a
Octavio? (Antonio ni me conocía). Me llamó Vera y me dijo que viniera a Buenos
Aires porque podría integrar el conjunto de Antonio.
Bueno, largué todo
lo que estaba haciendo en el campo, dejé de inseminar vacas y me vine a Buenos
Aires.
PUEBLERO DE ALLÁ LEJOS
Osuna: Trabajé
seis años con Antonio, viajando por todo el país, con mucho éxito. ¿Te acordás
de "Pueblero de allá ité"? (Y con el fondo de los ruidos del bar y los autos
que transitan por San Juan y Boedo Osuna entona: " … De allá ité, donde la noche poriajhú no tiene penas. Porque se
enciende un chamamé con cada estrella, pueblero de allá ité"…y reflexiona
¡qué tema de Pocho Roch!)
Acebal: Compadre
de Antonio don Pocho Roch…
O: ¡Claro! Ese
tema es letra y música de Pocho ¡una belleza! Terminábamos de tocar con Antonio
en el escenario y me decía: "Chamigo, sabés, estoy llorando…" Yo le contestaba:
Yo también estoy temblando. Quedábamos impactados con el tema. Una vez actuando
en televisión se encontraba en el
estudio Eduardo Falú. Cuando terminé de cantar me encaró y me dijo ¿viste cómo
hablaba? (imita la voz de tonel de Falú) "Escúcheme changuito, usted es el que
grabó ese tema con Antonio ¿no?. Sí maestro le contesté. Venga, me dijo y me
agarró la mano. Me llevó tras bambalinas, empuñó su guitarra y me dijo
¡cántemelo! Yo le dije: No maestro. Se me cae la cara de vergüenza. Yo se dos
tonos ¡cómo voy a hacer para cantar con un músico como usted! Me dijo entonces:
acompáñeme que yo se lo canto. Lo cantó y me dijo: lo quiero grabar así ¿le
gusta?
¡Me encanta! le
dije. Mirá las satisfacciones que me ha dado ese tema ¿no?
Estuve con Antonio hasta el año 1991 en que me
fui a cantar con Raúl Barboza.
A: Naciste en
Victoria, Entre Rios. ¿cuándo empezaste a cantar en tu pueblo?
O: Tendría quince
años. De gurí en la escuela. El primer tema que canté en la escuela (primer
grado, segundo grado…) fue (una vez más entona, mientras el mozo le ha dejado a
él un café y a mi un mate cocido con dos medialunas de grasa) Tengo una vaca lechera. No es una vaca
cualquiera… en el escenario, con guardapolvo.
A: ¿Qué sentías en
ese tiempo de gurí, cuando cantabas?
O: Necesitaba
cantar. Era imprescindible.
A: ¿Te venía de
familia eso?
O: Mi madre,
Mercedes, tocaba guitarra y piano.
A: ¿Qué tocaba
Mercedes?
O: Tocaba el piano
y cantaba como los dioses. No te lo dice "un hijo", te lo dice un músico que
evalúa a un artista que canta. Ella cantaba en el coro de la Iglesia. Después
agarraba la guitarra… Me emocionaba.
A: ¿Antes de tu
mamá ya había algún cantor o músico en la familia?
O: Sí. Antes de
ella sus catorce hermanos. Vivían en un pueblito cercano a Victoria que se
llama Antelo. Su apellido es Castañeda. Todos en la casa tocaban la guitarra.
Milongas y otras músicas. En un pueblito chiquito como ése ¿qué otras cosas
iban a cantar? Todo mi oído musical viene de mi madre.
Mi padre fue un hombre de campo. Tuvo mucho campo y se fundió con la crisis del
año 1930. Se le fue todo. Luchó como una bestia para criar diez hijos, se
rompió el alma…
A: ¿Él también era
nacido en la zona?
O: Sí. De Pajonal,
otro pueblito como Antelo. Él musicalmente nada.
NAZARENO CRUZ Y MÁS ALLÁ LA INUNDACIÓN
Osuna: Somos diez
hermanos, de los cuales siete somos varones y hay tres mujeres. El más chico
soy yo. De los siete varones soy el más chico, por lo tanto soy lobizón.
Acebal: Pero
tendrías que ser el séptimo continuado… Entonces serías lobizón.
O: Yo soy el séptimo.
A: ¡Entonces estoy
hablando con un lobizón!
O: La leyenda dice
lo que vos apuntaste, que tienen que ser siete hermanos varones seguidos. Aquí
se nos mezclaron tres hermanas. Pero yo le digo a la gente que LOS VIERNES DE
LUNA LLENA ME DA POR COMER CARNE. Y que ando a los aullidos… (risas de
entrevistador y entrevistado).
A: Vos no podés
aullar nunca. En todo caso cantarás a la luna llena, pero aullarle no…
O: Toda mi vida la
pasé cantando.
A: ¡Qué cosa con
esa herencia musical. Tener tantas ganas de cantar! ¿no?
¿Tus hermanos
cantan?
O: ¡Todos! Los que
se dedicaron profesionalmente: Osvaldo Ribó, cantor de Tanturi muchos años, de
Mariano Mores y otras orquestas. Él se dedicó. Después seguí yo y otro hermano
que se llama Carmelo que también se dedicó profesionalmente. Pero en casa el
que agarrabas cantaba. No eran Gardel pero cantaban como nosotros, los que
vivimos del canto.
A: ¿Cómo te llevás
con el Tango?
O: ¡Bien, muy bien! Aquí en San Juan y Boedo me llaman para trabajar "a
micrófono abierto". Acompaño a quince o veinte cantores por noche. Conozco el
Tango en un noventa por ciento. De los clásicos no le erro a ninguno. Me crié
escuchando tangos. El chamamé me pegó en la oreja en Victoria, en mi pueblo,
porque es la música de la zona. No es porque yo haya actuado con conjuntos de
chamamé.
A: Los que
admiramos a un cantor siempre lo asociamos con algún tema en especial. Yo te
asocio con "Bailantas chamameceras".
O: ¡Qué temazo, es
de Raúl (Barboza)! Y del chaqueño Cristaldo.
No te miento, ayer
alguien me hablaba de "Bailantas chamameceras" .
(A esta altura, no
se Octavio, pero les aseguro que yo sí
los vi. Alrededor de nuestra mesa escuchaban nuestra conversa Manzi, Troilo y
Nazareno Cruz, aprovechando que no era viernes de luna llena. ¡Y era de ver sus
caras de placer cada vez que Osuna, mientras revolvía su café, volvía a volar
montado sobre una canción de nuestra tierra!) Bailantas chamameceras, obrajes, algodonales… Curtidos brazos se
aferran a una cintura morena. El acordeón despereza un rezongar de polqueo. Los
guitarreros rasguñan seis alambres musiqueros. Rastrillan barriendo el suelo
escobillas-alpargatas. Polleras colorincheras, hablan lenguaje de vuelos".
A: En esta esquina
tanguera de San Juan y Boedo, entre otras cosas se puede reflexionar que el
Tango no es solamente de Buenos Aires, es nacional. Todos nuestros paisanos lo
han hecho suyo: los salteños, los santacruceños, los sanjuaninos…
cantando con Raúl Barboza en la Primera Fiesta Nacional del Chamamé en Corrientes.
O: ¡Eh, si aparece
cada tanguero provinciano que se te caen las medias! No sabés en mi pueblo lo
tangueros que eran. Y conocían de Tango.
A: San Juan nos ha
dado cantores como Podestá y Durán, Santiago del Estero a Argentino Ledesma…
O: El Tango
pertenece al país y, gracias a Dios, también a gran parte del Mundo.
A: Pero también en
otras partes del mundo reciben con agrado muchas chamarritas y chamamé que vos
cantás…
O: Te cuento lo que
me pasó en Francia. Andábamos por París con Raúl. Tomamos un taxi. ¿Qué iba
escuchando el tachero? ¡Chamamé! Cruzando el Arco de Triunfo. Raúl entonces le
habló en francés para preguntarle por la música que escuchaba. ¡El tipo era
correntino, hacía años que vivía en París! Y por supuesto sabía muy bien quién
era Raulito Barboza.
A: ¿Y cómo te fue
por Japón? Siempre me llamó la atención esa identificación tan grande que los
japoneses logran con nuestras expresiones populares.
O: Es una
maravilla. Y sobre todo con el Tango. Cuando llegué por primera vez con Raúl,
fuimos a la oficina donde estábamos registrados para actuar, la gente que
organizaba. Entonces Raúl le dice al japonés que nos atendió (que hablaba
castellano) "El señor es hermano de
Osvaldo Ribó" ¿Osvaldo Ribó? contestó el japonés y ahí nomás sacó una ficha
donde tenía todos los datos: Ricardo Tanturi año tal, tango "Alma de bohemio"
grabación tal…¡Todo tenía acerca de mi hermano! Así conocen el Tango ellos.
A: Insisto que me
llama la atención cómo interpretan EL ESPÍRITU de nuestras canciones.
O: Con Raúl
tocamos chamamé y el público llenaba patios abiertos, bien vestidos como para
ir a una gala. Después del tercero o cuarto chamamé tocábamos un tango, por
ejemplo La Cumparsita y salían a bailar trescientas o cuatrocientas parejas. ¡Y
si vieras con qué capacidad, con qué suficiencia! Te hacían el ocho, el diez o
el veinte ¡qué calidad!
A: ¿Podríamos
decir que cuando dejaste de inseminar en el campo y te viniste a Buenos Aires
para empezar a trabajar con Antonio Tarrago Ros, es cuando comenzaste tu
carrera profesional?
O: No. Yo ya había
estado antes cantando música cuyana. Yo canté mucho cuyano con "Los arrieros
cantores". Antes que yo habían estado con ellos Alfonso y Zabala.
A: ¿Qué tonada o
cueca cantabas con Los arrieros cantores?
(Osuna se acomodó
como para tonadear y de inmediato aparecieron de nuevo Manzi, Troilo, Nazareno
Cruz y un agregado más: don Buenaventura Luna) "En lejanas cordilleras, apreta
la cerrazón. Los arrieros de los andes, se ganan p` algún fogón. Y en el
refugio de piedra, se oye esta vieja canción: ¡juera, juera, juera, torito
negro!, ¡juera, juera, juera, que ya blanquea la cordillera.
¡Juera, juera,
juera, que ya blanquea la cordillera! ¡Juera, juera, juera…!
Eso cantaba.
Muchas tonadas. Yo cuando canto vivo el paisaje. Si no me ubico en el paisaje
no puedo cantar.
La gente viene y
me dice: ¡qué emoción pone usted al cantar! Y no me cabe otra. Yo no sé cantar
para la bulla o para cantar por cantar. A veces acompaño cantores de Tango, acá
enfrente y por ahí viene el presentador y dice "Roberto Rodríguez va a cantar
el tango Piripipí (en Fa mayor) y largo yo, porque lo conozco. Y cuando no lo
conozco le pregunto ¿cómo empieza? Larí larí… ¡Ah, ese! Y lo acompaño…
Después me piden
que cante yo también. Pero no lo hago, porque ellos cantan en coro con el
público. Y aunque parezca un rogado p… no lo hago. Yo no sirvo para música
ambiental. Si ustedes quieren música ambiental pongan un disco y charlamos todos.
Si a mi me gusta charlar igual que a ustedes. Y además no los obligo a que me
escuchen. Ustedes me están pidiendo que cante. Y hasta a veces les digo "cuando
un burro rebuzna el otro se calla". Algunos me miran torcido. Pero bueno, uno
se hace arisco en esto. Está muy susceptible a esta altura de la vida.
A: Lo que pasa es
que vos te has ganado un lugar a fuerza de trabajo y responsabilidad…
O: Bueno, pasa que
creo en el respeto mutuo entre el artista y el público.
A: Dentro de la
canción que expresa a Entre Rios ¿cuáles temas te gusta más interpretar?
O: Hay mucha
variedad. Puedo cantar un rasguido doble, un chamamé y una chamarrita,
dependiendo fundamentalmente con qué músico trabajo. Si el músico no tiene
"swing" para chamarrita la cantás, pero te sentís incómodo. Si cantás, por
ejemplo, con un muchacho de Diamante, que son prácticamente quienes han creado
ese ritmo de la chamarrita entrerriana (y con la boca interpreta una guitarra
haciendo el ritmo de la chamarra), tiene un "swing" eso… Ellos desde que viven
la hacen. Cantás porque sentís el ritmo que te lleva.
Si vas a
Corrientes y te acompaña uno de los chamameceros "mayores" ¡bueno!
A parte que yo
tengo la desgracia o la suerte de haber estado nueve años con el mejor
acordeonista del mundo. Raúl Barboza
ganó en Francia el concurso de acordeonistas mundiales. Entonces tocar y
cantar con ese "monstruo", que me llevaba así como si fuera una orquesta, nunca
me molestó, siempre "achicándose" detrás mio, nunca más fuerte que yo,
esperándome… ¡Un placer estar con Raúl! Y Antonio un muy buen músico también.
Entonces, cuando te acostumbrás a que te acompañen con esa calidad, comprobás
que una cosa es ser un buen acordeonista y otra ser un buen acompañante.
Lo mismo se puede
decir con los guitarristas. Cuando los guitarristas son virtuosos y además
saben acompañar es cuando se los puede considerar maestros. Porque si no pueden
ser un estorbo para el cantor.
HOY Y MAÑANA
Osuna: Estoy
cantando con unos chicos de mi pueblo. Me gustaría que los conocieran, porque a
parte de ser amigos y un poco admiradores de lo hecho por mi, tocan como los
dioses. Son Marcos Pereira (guitarra
y canto) y Franco Giaquinto
(bandoneón), ambos de Victoria. Conocen mi repertorio y entonces yo no tengo ni
que ensayar con ellos. Cuando yo canto mucho necesito descansar y ellos
entonces ocupan ese espacio con calidad. Deleitan a la gente, ya son conocidos.
Acebal:
Conformarte a vos no debe ser fácil, después de haber cantado con semejantes
acordeonistas y guitarristas…
O: Es que si no
hay profundo entendimiento con los músicos no me motivo para cantar.
A: ¿Tenés alguna
descendencia, algún "pollo" que siga tus pasos?
O: Mi hijo Juan. O
sea Juanchi Osuna. Anda con Mario
Alvarez Quiroga desde hace diez años. Gran cantor. Te lo dice un músico, no un
padre. Te va a sorprender cuando lo escuches. Es un c-a-n-t-o-r-a-z-o.
cantando en Japón
Audio de la nota 1:
Bailantas chamameceras, de Adolfo Cristaldo y Raúl Barboza. Canta Osuna con Raúl Barboza y conjunto.
Audio de la nota 2:
Osuna en el presente (2012):"Quién pudiera" (de Mateo Villalba y Cacho González Vedoya) Canta Octavio Osuna acompañado por Mateo Villalba, Guerrero y Ferreyra