Las cartas de
Belgrano desde Yaguareté Corá.
por Carlos H. Güttner
Parte I
Manuel Belgrano escribió cuatro cartas durante su paso por Yaguareté
Corá, aquella lluviosa noche del 25 de Noviembre de 1810.
Las encontré de casualidad mientras buscaba entre los documentos del
Archivo General de la Nación un viejo despacho del General Manuel Belgrano al
Capitán Juan Francisco Arias, fechado en Caá Guazú el 23 de Noviembre de 1810,
dos días antes de arribar a Yaguareté Corá.
En él se hacía referencia a la Estancia Rincón de Luna, emblemático
sitial del departamento, algo que llamó mi atención sobremanera, creyendo que
era el documento más próximo a la comprobación de que Belgrano atravesó
Yaguareté Corá en aquel noviembre de 1810, hecho que muchos ponían en duda.
Mi estremecimiento fue tal que, por un momento, contuve la respiración y
enfoqué mi óptica con agudeza, casi incrédulo frente al notable hallazgo.
Cuatro cartas
Inmediatamente las aparté y solicité copias fotografiadas para
estudiarlas con detenimiento.
Estas reliquias documentales de alto valor histórico para Corrientes y
para el pueblo de Concepción del Yaguareté Corá nunca habían sido publicadas
por ningún historiador y se desconocía su existencia.
Por esas casualidades de la vida, tuve el privilegio de hallarlas y el
honor de poder publicarlas en mi libro "Pedrito Ríos, el Tamborcito de
Tacuarí", ensayo que vio la luz en 2010.*
Doné las copias de los manuscritos originales en cinco cuadros a mi
querido Colegio Provincial "Tambor de Tacuarí", donde cursé la secundaria,
allá en Concepción del Yaguareté Corá (Corrientes).
Hoy comparto su contenido con ustedes, en dos etapas. Espero que las
disfruten.
"Incluyo á V. E. las copias de lo que he determinado para los pueblos de
Curuzucuatiá y Mandisoví é igualmente la gracia que hice a Don Pedro Maxote,
natural del Reyno de Galicia, vecino del primero: por los motivos que expreso y
que no dudo influyan en V. E. para su aprobación.
Pero no puedo menos que manifestar á V. E. el abandono en que se halla
el vecindario del nominado pueblo de Curuzucuatiá por lo que respecta al pasto
Espiritual: ya iban a contarse dos años que ni aún Misa oían, y es de necesidad
que V. E. oiga los clamores que por mí le dirigen para que el Reverendo Obispo
provea á esa falta y se les ponga un sacerdote; sobre iguales necesidades
hablaré a V. E. en otra ocasión, es muy urgente Señor Excelentísimo, un arreglo
de los distritos de los curatos, pues tenemos mucha población que si sabemos
dividirla muy pronto nos proporcionará grandes ventajas.
Dios guarde a V. E. muchos años.
Yaguareté Corá 25 de Noviembre de 1810.
Excelentísimo Señor
Manuel Belgrano.
Presidente y Vocales de la Excelentísima Junta Provisional Gubernativa
de las Provincias del Río de la Plata."
"He conferido la cuarta compañía
del Regimiento de Caballería de la Patria, vacante por ascenso de don José
Ruíz, á Sargento Mayor de Húsares del Rey, á Don Antonio Uriarte, Teniente con
grado de Capitán, de la 7° compañía del mismo Regimiento.
La vacante de este la he dado a Don Manuel Chávez, Alférez de la 4ta y
promovido á esta Plaza al cadete Don Juan Arias; de lo que doy parte a V. E.
para su aprobación.
Dios guarde a V. E. muchos años.
Yaguareté Corá 25 de Noviembre de 1810.
Excelentísimo Señor
Manuel Belgrano.
Sr. Presidente y Vocales de la Junta Provisional Gubernativa de las
Provincias del Río de la Plata."
Parte II
He aquí las otras dos epístolas del General Manuel Belgrano, escritas la
noche lluviosa del 25 de Noviembre de 1810 en Concepción del Yaguareté Corá
(Corrientes), camino al Paraguay.*
Los originales se encuentran en el Archivo General de la Nación y permanecieron
inéditos durante 200 años, hasta su publicación en 2010 por quien suscribe
estas líneas, con motivo de un estudio historiográfico. Las copias fueron
donadas por mí al Colegio Provincial "Tambor de Tacuarí" donde hice
la Secundaria, como documentos de alto valor histórico para Concepción del
Yaguareté Corá y la provincia de Corrientes.
"Dirijo a V. E. la representación adjunta de mi Edecán don Pedro Ibáñez;
para que teniendo en consideración sus servicios, se sirva acceder a su
resolución, si la hallare justa: Debiendo manifestar a V. E. que en el poco
tiempo que sirve a mis órdenes las ha desempeñado bien.
Dios guarde a V. E. muchos años.
Yaguareté Corá, 25 de Noviembre de 1810.
Excelentísimo Señor Manuel Belgrano.
Excelentísimo Señor Presidente y Vocales de la Junta Provisional
Gubernativa del Río de la Plata."
"Excelentísimo Señor:
Me hallo con la primera División en este punto y á todas tres he mandado
hacer alto este día para que la gente por la gran lluvia que sufrimos ayer
secase su ropa, limpiase las armas y descansase la caballada y boyada, que no
obstante los esfuerzos del vecindario y los auxilios dispuestos por el Teniente
Gobernador de Corrientes está tan sumamente flaca; que las jornadas de cuatro a
cinco leguas apenas la pueden hacer con mil trabajos é incomodidades; á que se
agregan los calores excesivos; y toda clase de sabandija que nos hace padecer;
pero tengo la satisfacción de decir á V. E. que en medio de tantos
sufrimientos la gente marcha contenta y con el mayor entusiasmo.
Pudiera valerme de la caballada de donativos que aún traigo de la
Bajada, pero ésta la reservo para la Provincia del Paraguay, donde no hay esta
clase de recursos, y con el objeto de no usarla he comprado, y mandado comprar
caballos que es lo que más necesitamos, y bueyes, ya he estado con tentaciones
más de una vez de marchar á pie; pero aunque el camino es de grandes tropiezos,
está lleno de esteros y de lagunas, de arenales y otras dificultades que en tal
caso imposibilitarían más y más las marchas.
Así pues no extrañe V. E. el que no llegue a los pasos del Paraná en el
término de diez días que le signifiqué en mi Oficio del 20, y en que se hará
cuanto sea posible para obviar esta dificultad y ponernos en estado de aclarar
las intenciones de los Paraguayos; de que muchos me dan buenas noticias, bien
que por ellas no confío, y la tropa marcha con todas las precauciones
imaginables.
Dios guarde a V. E. muchos años.
Yaguareté Corá 25 de Noviembre de 1810.
Excelentísimo Señor
Manuel Belgrano.
Excelentísimo Señor Presidente y Vocales de la Junta Provisional
Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata."
*GÜTTNER, CARLOS HERMANN. "Pedrito Ríos, el Tamborcito de Tacuarí". Edición
del autor. Bahía Blanca, 2011. ISBN 978-987-33-0331-9. Moglia S. R. L.
Obra declarada de interés legislativo nacional por la Honorable Cámara de
Diputados de la Nación. Comisión de Cultura, 15 de agosto de 2012.
Las cartas que envié constituyen un documento
histórico inédito que revela el paso del general Manuel Belgrano por Concepción
del Yaguareté Corá (Corrientes), desmintiendo lo que muchos historiadores
ponían en duda, en aras de cuestionar la tradición oral del Tambor de Tacuarí.
Si
bien Belgrano mandó a quemar toda la documentación escrita de aquella expedición
al Paraguay (1810-11) en los momentos previos a la batalla de Tacuarí, que
marcaría el fin de su campaña militar en aquellas latitudes, estas cuatro
cartas se salvaron porque fueron enviadas a la Junta a través de chasquis, como
correspondencia militar.
Mila
de la Roca, edecán de Belgrano, y el propio Belgrano, en sus correspondencias y
testimonios posteriores han testimoniado sobre el itinerario de la expedición
en suelo correntino.
Su
contenido revela el paso del general Belgrano por Yaguareté Corá, tal como lo
sostenía la tradición oral de ese pueblo, y como el mismo Belgrano revelara
durante el juicio que se le sustanciación en oportunidad de regresar a Buenos
Aires.
Esto
fortalece la importancia de la tradición oral como fuente, toda vez que su
relato es fidedigno e inalterable a lo largo de dos siglos. Relacionándolos con
el resto de las referencias, y con documentos escritos como el presente, los
trato con mayor profundidad en mi ensayo "Pedrito Ríos, el Tamborcito de
Tacuarí", que será presentado próximamente en la Feria del Libro por
Ediciones Fabro.
Pedro Ríos es la expresión acabada del sacrificio colectivo de un pueblo
que construyó su identidad a partir de la entrega generosa en pos de
salvaguardar el más preciado los bienes: la tierra madre.
Ajeno a las disquisiciones ideológicas de la historia política y social
de 1810, el criollo pueblo gauchesco del interior del Río de la Plata -producto
extraordinario de la confluencia racial, costumbrista, religiosa y cultural del
conquistador hispánico con los naturales- definió un destino común basado en la
pertenencia colectiva al suelo americano, mucho antes que la adopción de una
bandera o un sistema de gobierno.
Ya había "Patria" antes de la Revolución de Mayo en las vastas comarcas
del Virreinato del Río de la Plata.
El núcleo central de este axioma pluralista ("la Patria es la
tierra en que se vive") era más que nada un "sentimiento" y no
un pensamiento en el sentido de su formulación crítica.
Esa definición espiritual y emotiva surgida del compartimiento de
valores comunes, donde la convivencia en un espacio vital de libertad jugaba un
rol preponderante, sintetizaba la cosmovisión del hombre de tierra adentro en
aquellos tiempos.
La tierra madre sagrada, objeto de devoción y culto para el indígena
guaraní; y la tierra como ámbito físico en que se asentaba la soberanía de Su
Majestad el Rey de España para el súbdito hispánico; no hallaban contradicción
alguna en la significación conceptual del término "Patria".
Sentimiento y verdad, la Patria era la tierra que cobijaba la vida;
forjaba los sueños de libertad; proporcionaba el suelo fértil para la siembra;
derrochaba los regocijos por las cosechas que recompensaban sudores y
cansancios; albergaba los retoños paridos que cercioraban la descendencia; o
los huesos y la sangre de los antepasados que precedían en la ruta de la vida;
el cobijo cálido y reparador de un rancho propio, terrenal habitáculo del
mortal que mira al cielo como la Casa Suprema a la que alguna vez se parte; y
también era Patria la interminable extensión de pampas montaraces donde el
viento insinuaba la libertad al galope, sin alambres de codicia que parcelaran
los horizontes.
Corrientes, como ninguna otra provincia, supo desde siempre que este era
el concepto de Patria: la tierra y la libertad.
Tal vez más lo primero que lo segundo, porque solo se puede ser libre
cuando se posee la tierra que se habita.
La amalgama de dos culturas fundidas, entremezcladas -y a veces hasta
enfrentadas transitoriamente-, que confluían en su inmanencia terrena con un
arraigado sentimiento de espiritualidad trascendente derivado de la
religiosidad católica del hispano y el panteísmo monoteísta de los guaraníes,
conformó la identidad del correntino, celoso guardián del solar que pisaba.
El sincretismo de esta confluencia cultural, a la cual se sumaban los
esclavos negros que en algunos casos poblaban la provincia, parió una identidad
peculiar que sentía a la Patria como la tierra propia en desmedro de las
abstracciones conceptuales que los ciudadanos ilustrados conferían al término.
Por eso no fue difícil hallar disposición y sacrificio en los hijos de
Corrientes cuando la Junta convocó a luchar por sostener la soberanía sobre
estos suelos, amén de los contradictorios objetivos que se planteaban y de la
construcción de un proyecto político que oscilaba entre la lealtad a la monarquía
de Fernando VII -derrocada por Napoleón Bonaparte- y la autodeterminación
pre-independentista.
Corrientes fue de las primeras provincias en adherir incondicionalmente
a la Junta Superior Gubernativa constituida en Buenos Aires (sino la primera de
todas) ya que el 16 de Junio de 1810 -un día después de recibir la noticia y la
convocatoria- el Cabildo de la ciudad votó afirmativamente por acompañar a los
hombres de Mayo.
Y vale la pena el somero repaso de estas nociones para entender el gesto
heroico de aquel niño que se desempeñó como voluntario y tambor en las tropas
expedicionarias del General Manuel Belgrano en 1810-1811.
Como tantos otros hijos anónimos de la provincia que se alistaron en
aquella fuerza y perecieron en la contienda sin que la crónica alcanzara a
mencionar sus nombres, Pedro Ríos permaneció vivo en las reminiscencias de sus
coterráneos a lo largo de dos siglos.
Algunos pretendieron transformarlo en mito, ignorando que su figura
jamás contuvo objetivos tendenciosos en el sentido que el liberalismo
historiográfico acostumbraba a dotar a los personajes del pasado para
reformular la historia en consonancia con el orden social oligárquico que
propugnaba.
Otros, desde el descreimiento insustancial por aplicación mecanicista de
principios metodológicos propios de un fundamentalismo racionalista,
pretendieron desechar la tradición oral que daba cuenta de su historia haciendo
gala de un progresismo metropolitano, siempre funcional al liberalismo
imperialista con que las vertientes orgánicas e intelectuales de la izquierda
se oponen a lo nacional.
Esa servidumbre cultural que desdeña lo propio, lo genuino, y se
congracia estúpidamente con lo extranjero amparándose en artificios ideológicos
ajenos a la propia identidad nacional, ha oficiado de Caballo de Troya de la
penetración cultural de los imperialismos, por izquierda y por derecha.
La sesgada interpretación del pasado, adscribiendo a una pedagogía
colonialista que nos invita a pensarnos como el resto del mundo pretende que
seamos, ha sido la contradicción más absurda de los académicos y cientistas de
la historia nacional.
Cuando comencé a escribir este ensayo, me había planteado desentrañar
fundadamente el sentido de esa contradicción en el caso puntual de un personaje
histórico: el niño Pedro Ríos, conocido como el Tambor de Tacuarí.
Al cabo de casi tres años de ardua labor investigativa en los archivos
de la memoria y los documentos conservados de aquellos días lejanos de 1810,
pude concluir el trabajo que pongo a consideración de los lectores.
Mi compromiso personal, como patriota y militante, no está exento de la
responsabilidad y honestidad intelectual en la investigación de ese pasado que
aún hoy discutimos.
Independientemente de las valoraciones subjetivas y de mi filiación
política, me inclino por la verdad y lo verosímil, aunque vaya en desmedro de
mis convicciones.
De ahí mi fervorosa y enardecida posición en la interpretación y defensa
de la memoria de este compatriota olvidado y rechazado por algunos, pero que
siempre fue un paradigma del sacrificio y la heroicidad en el pueblo
correntino.
Sin amanuenses y exegetas, podemos aseverar que la historia es la lucha
constante de los pueblos por su liberación, y América del Sur es prolífica en
héroes y pueblos que aún sueñan y perseveran en ese ideal de Patria Grande, a
doscientos años de los primeros gritos emancipadores.
Nuestra identidad, nuestra conciencia nacional, nuestras supremas
convicciones de igualdad y justicia, son las que impulsan el homenaje pretendido
desde estas páginas a todos los hombres de este suelo sudamericano que luchan y
caen, como Pedro Ríos, por lograr la redención definitiva.
Romper el cerco intelectual con que la pedagogía colonialista amarra
esos ímpetus y encarcela nuestra memoria impidiendo el culto a nuestros héroes,
basta y alcanza para empezar.
Corrientes, indómito sitial del heroísmo y la bravura libertaria, hija
de los hidalgos caballeros hispánicos y de los centauros legendarios del
Guarán, vuelve a levantarse en la evocación de sus hijos predilectos: Pedro
Ríos, Juan Bautista Cabral, José Francisco de San Martín, los soldados de
Malvinas, y los que día a día jalonan su jornada con el honroso esfuerzo de
trabajar y militar por una Argentina más justa, más libre y más soberana.
Desde Concepción de Yaguareté Corá, cuna del Niño Héroe que fuera
tamborilero de Belgrano en Tacuarí, para todos los hermanos de esta Patria
Grande Sudamericana, vuelve a sonar el tambor de la Libertad fraterna.
La tierra es nuestra Patria, doscientos años después, vale la pena
seguir luchando.
Por ley, el
itinerario de la campaña de Belgrano al Paraguay se llamará "Ruta de la
Libertad de los Pueblos" (Carlos H.
Güttner)
Hace un tiempo elaboré un proyecto de ley para declarar el itinerario de
la campaña de Belgrano al Paraguay como "Bien de Interés Histórico" e
imponerle el nombre de "Ruta de la Libertad de los Pueblos", como
forma de fortalecer la integración sudamericana y reafirmar los lazos de
hermandad con el glorioso pueblo paraguayo.
La diputada nacional por Corrientes Dra. María Elena Chieno (PJ-FPV) lo
ha presentado esta semana en el Congreso.
PROYECTO DE LEY (Expte. D -7587-2013) Declarar "Bien de interés
histórico" el itinerario geográfico del General Manuel Belgranodurante su
Campaña al Paraguay (1.810-1.811) imponiéndosele el nombre de "Ruta de
laLibertad de los Pueblos".
El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación, reunidos en Congreso,
sancionan confuerza de ley:
Artículo 1º-
Declárese "Bien de interés histórico" el itinerario
geográfico del General Manuel Belgrano durante su Campaña al Paraguay
(1.810-1.811), comprendido entre la Ciudad de San Nicolás de los Arroyos
(Provincia de Buenos Aires) y la ciudad de Candelaria (Provincia deMisiones).
Artículo 2º
-Establécese el nombre de "Ruta de la Libertad de los
Pueblos" a la demarcación del trayecto, a los fines de su denominación
historiográfica.
Artículo 3º-
Forman parte de la "Ruta de la Libertad de los Pueblos" las ciudades de SanNicolás
de los Arroyos (Provincia de Buenos Aires), Santo Tomé (Provincia
de Santa Fe), Santa Fe (Provincia de Santa Fe), Paraná (ex
La Bajada, Provincia de Entre Ríos), el punto geográfico de la ex
Mandisoví (antecedente de la actual ciudad de Federación (Provincia
deEntre Ríos), Curuzú Cuatiá (Provincia de Corrientes), zonas
rurales deMercedes (Provincia de Corrientes), Concepción
del Yaguareté Corá (Provincia de Corrientes), el punto geográfico de
las localidades de San Miguel y de Loreto (Provincia de Corrientes), el punto geográfico
de la ex San Jerónimo (en el departamento de Ituzaingó,
Provincia de Corrientes) y Candelaria (Provincia de Misiones).
Artículo 4º-
Instrúyase al Ministerio de Educación de la Nación para que articule las
medidas pertinentes a fin de incluir en las currículas oficiales de educación
primaria, secundaria y universitaria, el conocimiento y la enseñanza de lo
dispuesto en la presente ley.
Artículo 5º-
La Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos
realizará las gestiones y procedimientos establecidos en la Ley Nº 12.665,
modificada por su similar Nº24.252, en su reglamentación y en las normas
complementarias, debiendo practicar las inscripciones necesarias en los
Registros correspondientes.
Artículo 6º-
Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.-
Antiguo Templo de San Francisco, en Yaguaret? Cor? (Corrientes)
FUNDAMENTOS
Señor Presidente: El presente proyecto es una iniciativa del Dr.
Carlos Hermann Güttner, abogado, docente, escritor, e historiador oriundo
de la localidad de Concepción del Yaguareté Corá (Corrientes), para declarar
"Bien de interés histórico" al itinerario desplegado por el General Manuel
Belgrano en ocasión de su campaña al Paraguay por mandato de la Primera Junta
(1.810-1.811), concediéndole el nombre de "Ruta de la Libertad de los Pueblos"
en mérito a las consecuencias independentistas que provocara en ambos pueblos,
el paraguayo y el argentino.
La expedición de Manuel Belgrano al Paraguay fue ordenada por la Primera
Junta en Septiembre de 1.810 con el objeto de incorporar a todas las provincias
del caído Virreinato del Río de la Plata al nuevo gobierno surgido en Buenos
Aires el 25 de Mayo de 1.810. Una circular del 27 de Mayo había invitado a los
cabildos a reconocer a la Junta y enviar diputados a Buenos Aires. Algunos
adhirieron inmediatamente al movimiento revolucionario y otros, dominados
por elementos realistas, se manifestaron opuestos e iniciaron una
contraofensiva que comprometió el futuro de la Junta, como los casos de Córdoba
-con Santiago de Liniers y el destituido virrey Cisneros-, Montevideo y las
provincias del norte.
Corrientes fue de las primeras en integrarse con entusiasmo a la
Revolución de Mayo. El 16 de Junio de 1.810 su cabildo admitió a la Primera
Junta como órgano superior de gobierno con el beneplácito del vecindario que
había conocido la noticia en horas de la tarde del día anterior por boca del
emisario de Buenos Aires, coronel José Espínola y Pena. Para ello destituyó al
gobernador realista Pedro de Fondevila y nombró en su lugar a Don Elías Galván,
natural de la provincia y comprometido patriota, amigo íntimo de Manuel
Belgrano y de Mariano Moreno. La provincia del Paraguay, sin embargo, no mostró
entusiasmo por los hechos de Mayo en Buenos Aires, y resistió sus pretensiones
con desconfianza. Los aprestos militares para decidir la suerte de la
revolución se consolidaron con dos fuerzas expedicionarias que tenían como
destinos al Alto Perú y al Paraguay. En ambos casos se improvisaron a civiles
como comandantes, los abogados y políticos Juan José Castelli y Manuel Belgrano
se convirtieron en militares que organizaron a duras penas las fuerzas de
campaña.
El Ejército del Norte al mando de Castelli sofocó el levantamiento de
Córdoba, fusiló a Santiago de Liniers, cabecilla del conato
contrarrevolucionario y héroe de la Reconquista de Buenos Aires durante la
primera invasión inglesa de 1.806, y emprendió la avanzada contra las
provincias realistas del Alto Perú.
El General Manuel Belgrano se hizo cargo de las fuerzas destinadas al
Paraguay el 28 de Septiembre de 1.810 y partió al día siguiente desde San
Nicolás de los Arroyos (Provincia deBuenos Aires), adonde estaban apostadas
para no alertar a los realistas del puerto de Montevideo que acechaban a Buenos
Aires. Remontando el Río Paraná desembarcó con sus tropas en Santo Tomé
(Provincia de Santa Fe) el día 1 de Octubre y se dirigió a la ciudad de
Santa Fe el 2 de Octubre con el objeto de sumar efectivos y reorganizar las
fuerzas.
La población santafecina colaboró con donaciones y pertrechos que
dotaron de cierto alivio a las maltrechas fuerzas patriotas y en reconocimiento
al esfuerzo solidario Belgrano otorgó a la ciudad el título de "ciudad noble".
Desde Santa Fe las tropas se dirigieron a La Bajada, actual ciudad de
Paraná (Entre Ríos), donde desembarcaron el 10 de Octubre mientras el
vecindario los recibía con vítores y aplausos. Allí la comunidad entrerriana
aportó setecientos cincuenta caballos reunidos por el pueblo y víveres que
sirvieron para fortalecer la constitución del ejército. Belgrano escribió de esos
hechos: "No se me olvidarán jamás los apellidos Garrigó, Ferré, Vera y Hereñú,
ningúnobstáculo había que no venciesen por la patria."
El 11 de Octubre de 1.810 el General Belgrano recibió una emotiva carta
de una dama, doña Gregoria Pérez, viuda de don Juan Ventura Denis, que ponía a
su disposición hacienda, casas y criados desde el Río Feliciano hasta el puesto
de Las Estacas, para auxiliar al ejército sin interés alguno. Al día siguiente
Belgrano envió un oficio a la Junta y destacó los sentimientospuros de
patriotismo de la dama, rogando que se publicara y recompensara debidamente
elgesto. Doña Gregoria Pérez se convirtió así en la primera patricia argentina.
El 16 de Octubre de 1.810 se incorporaron doscientos soldados del
Regimiento de Patricios provenientes de Yapeyú (Corrientes), enviados por el
Gobernador de las Misiones Don Tomás de Rocamora. El 22 de Octubre de 1.810
Belgrano dispuso que las tres divisiones partieran de a una con intervalos de
veinticuatro horas para atravesar el interior de la mesopotamia con rumbo al
Paraguay, evitando remontar el Paraná y alertar a los realistas de Asunción. El
ejército patriota vadeó el Arroyo Las Conchas e hizo un alto en la Estancia de
la Torre, prosiguió hacia la Estancia Las Vizcacheras, al este de la actual
ciudad entrerriana de Santa Elena, y cruzó el Arroyo Feliciano hasta el Puesto
Las Estacas. La travesía se completó con los siguientes puntos: El Sauce, Las
Vizcachas, La Mula de Candioti, La Laguna de Canteros, Estancia de José Muñoz,
el Arroyo Basualdo y los campos de José Antonio Casco y de Borda (en
Corrientes).
El 12 de Noviembre de 1.810 enarboló en el campamento de Curuzú Cuatiá
(Corrientes) la primera bandera no española de un regimiento patriota y la
primer enseña creada antes de la azul y blanca de 1.812. Llevaba los colores
amarillo, azul y rojo, y fue bendecida por el Presbítero Arboleya. Una bandera
con los mismos colores, por esas casualidades de la historia, sería adoptada
por los patriotas paraguayos al año siguiente, con motivo de la Revolución de
1.811 que terminaría declarando la independencia y desplazando de su cargo
algobernador realista Bernardo de Velasco.
El 14 de Noviembre de 1810 fundó la primera ciudad de la historia bajo
gobierno patrio: "Nuestra Señora del Pilar de Curuzú Cuatiá", en la provincia
de Corrientes. Dos días más tarde, el 16 de Noviembre, hizo una proclama de
reconocimiento del poblado de "Mandisoví", delimitando su ejido en territorio
de la provincia de Entre Ríos, antecedente de la actual ciudad de Federación. El
avance continuó desde Curuzú Cuatiá al "Paiubre" (actual ciudad de Mercedes,
Corrientes), por el Río Corrientes, a la altura del paso de Caá Guazú. El 25 de
Noviembre por la noche y bajo una torrencial lluvia llegó a "Yaguareté Corá"
(actual Concepción del Yaguareté Corá, Corrientes), donde se incorporó a la
tropa un niño de doce años llamado Pedro Ríos que pasaría a la historia como el
"Tambor de Tacuarí" tras ser abatido meses más tarde en territorio paraguayo.
Lagunas y Esteros del Iber?: sector de Yaguaret? Cor?
Desde Yaguareté Corá se dirigió por los Esteros del Iberá hasta San
Jerónimo, en las cercanías de la actual ciudad correntina de Ituzaingó, y
levantó campamento frente a la Isla Apipé, desde donde remitió una proclama a
los paraguayos y despachó cartas al Gobernador Bernardo de Velazco, al Cabildo
de Asunción, al Comandante de armas de las Misiones alNorte y al Obispo de
Asunción. Imposibilitado de cruzar el Paraná desde este punto, lo hizo por
Candelaria(Misiones) y penetró al Paraguay tras vencer a los realistas en el
combate de Campichuelo.Los sucesos posteriores acaecidos en suelo paraguayo
determinaron el fracaso militar de la expedición pero sellaron el principio de
un entendimiento fraterno y respetuoso entre el prócer argentino y el general
paraguayo Manuel Atanasio Cabañas, vencedor de Belgrano en la batalla de
Tacuarí. El abrazo de ambos a orillas del Paraná así como la encomiástica correspondencia
intercambiada selló el destino de libertad del Paraguay, primero, y de las
Provincias Unidas, después.
En estos tiempos de consolidación del proceso de liberación y unidad
latinoamericana, no exento de contratiempos en el devenir histórico pero
irreversible al fin, entendemos que el sueño de Patria Grande comenzó en aquel
abrazo de Belgrano y Cabañas que hoy reivindicamos desde la propuesta de "La
Ruta de la Libertad de los Pueblos". El destino fatal de aquella expedición
malograda produjo sin embargo un grandioso suceso político: la vocación
soberana de libertad e independencia de los pueblos argentino y paraguayo.
El 14 de Mayo de 1811 estalló en Asunción una revolución al mando del
capitán Pedro Juan Caballero, apoyada por el pueblo, que puso fin al dominio
realista y a la hegemonía de Bernardo de Velasco, el vencedor de Belgrano,
consagrando semanas después el primer gobierno patrio del Paraguay. El
pensamiento americanista y libertador de Manuel Belgrano se puede apreciar en
el intercambio epistolar con el general paraguayo Manuel Cabañas posterior a la
batalla final de Tacuarí, en los Partes y Oficios remitidos a la Junta y en el
resto de la correspondencia sostenida con Mariano Moreno, José Machaín y Elías
Galván.
La Declaración de la Independencia del Paraguay, acaecida el 17 de Mayo
de 1811, fue un hito trascendental de la liberación de los pueblos de América
del Sur, precedente indiscutido de nuestra propia independencia y fruto de la
diplomacia de Belgrano en el entendimiento con Cabañas, transformando un
desacierto militar en una extraordinaria victoria política y diplomática
para la causa americana.
Resulta impostergable la consolidación definitiva del vínculo de
hermandad con la República del Paraguay, a la que nos une el uso popular de dos
idiomas (el guaraní de nuestros pueblos originarios y el castellano legado por
España), una comunidad de cultura, los valores de la tradición, la historia
compartida y un destino común en el devenir de los tiempos. De acuerdo a lo
dispuesto por la Ley 12.665, y a las Disposiciones Nº 5/1.991 y 6/1.991 de
laComisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, se solicita
declarar al itinerario de la campaña del General Manuel Belgrano como "Bien de
Interés Histórico", confiriéndole el título de "Ruta de la Libertad de los
Pueblos".
Solicito
el acompañamiento de los señores miembros de esta Honorable Cámara para el
presente proyecto de ley.-
MARÍA ELENA CHIENO,
DIPUTADA NACIONAL (FPV-PJ, Corrientes)
Concepción del
Yaguareté Corá será declarado "Lugar Histórico Nacional" y
"Ciudad Belgraniana"por ley del Congreso de la Nación
Junto a la diputada nacional por la provincia de Corrientes, Dra.
María Elena Chieno, hemos presentado en el Congreso de la Nación una
iniciativa de mi autoría para que la localidad de Concepción sea declarada "Lugar
Histórico Nacional" y "Ciudad
Belgraniana". Agradezco a las Compañeras Roxana
Amarilla y Agustina Galantini por promover la
presentación y alentarla con ahínco.
PROYECTO DE LEY (Expediente D-7588-13): Declarar "Lugar Histórico
Nacional" a la localidad de Concepción del Yaguareté Corá (Provincia de
Corrientes), concediéndole el título de "Ciudad Belgraniana".
El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación, reunidos en Congreso,
sancionan con fuerza de ley:
Artículo 1º-
Declárese lugar histórico nacional a la localidad de Concepción del
YaguaretéCorá (Provincia Corrientes) por ser el solar natal de Pedro Ríos, el
Tamborcito de Tacuarí.
Artículo 2º-
Concédase a la misma el título de "Ciudad Belgraniana" por
haber sido un hito fundamental del itinerario de la Campaña al Paraguay
emprendida por el General Manuel Belgrano entre 1810 y 1811.
Artículo 3º-
Colóquese en lugares visibles de acceso a la localidad de Concepción del
Yaguareté Corá la correspondiente señalización que testimonie su carácter
de Lugar Histórico Nacional y de "Ciudad Belgraniana".
Artículo 4º-
La Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos
realizará las gestiones y procedimientos establecidos en la Ley Nº 12.665,
modificada por su similar Nº 24.252, en su reglamentación y en las normas
complementarias, debiendo practicar las inscripciones necesarias en los
Registros correspondientes. Artículo 5º-Comuníquese al Poder Ejecutivo
Nacional.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente: El presente proyecto es una iniciativa del Dr.
Carlos Hermann Güttner, abogado, docente, escritor, e historiador oriundo
de la localidad de Concepción del Yaguareté Corá (Corrientes), para declarar a
esta localidad "Lugar Histórico Nacional". A fines de 1810 Manuel Belgrano pasó
por Yaguareté Corá, pueblo de Corrientes que hoy se denomina Concepción del
Yaguareté Corá, con un reducido ejército rumbo al Paraguay. El prócer argentino
arribó a este punto el 25 de Noviembre de 1810 en medio de lluvias torrenciales
e hizo un alto para el descanso de la tropa y el reaprovisionamiento,
destacándose la colaboración del modesto vecindario de Yaguareté Corá. Manuel
Belgrano hizo saber estos hechos a la Junta por medio de cuatro cartas escritas
la misma noche de su llegada al lugar. Estas correspondencias permanecieron
inéditas durante doscientos años hasta que fueron halladas por el historiador
Dr. Carlos Hermann Güttner en el Archivo General de la Nación y publicadas
en su obra "Pedrito Ríos, el Tamborcito de Tacuarí", que fue publicada en el
año 2010 y declarada de interés legislativo de la Honorable Cámara de Diputados
de la Nación, por unanimidad, el 29 de Agosto de 2012. Concepción del Yaguareté
Corá (Provincia de Corrientes) fue también escenario del paso de las fuerzas de
auxilio para Manuel Belgrano al mando del Coronel Tomás de Rocamora, quien se
dirigió desde Yapeyú rumbo al Paraguay pero llegó demasiado tarde al teatro de
operaciones, tal como se destaca en la declaración de José Cayetano Martínez,
ayudante decampo del Coronel Tomás de Rocamora fechada el 30 de Octubre de 1811.
Esta declaración se efectuó en el juicio que se llevó a cabo contra el
General Manuel Belgrano en Buenos Aires tras el fracaso de la expedición
militar al Paraguay, constatándose así que Yaguareté Corá fue escenario del paso
de dos ejércitos belgranianos y que en ambos casos el vecindario humilde
colaboró activamente con ellos.
El propio General Manuel Belgrano en su autobiografía, relatando
algunos episodios de la campaña al Paraguay, menciona dos veces a Yaguareté
Corá como hito de su itinerario, diciendo: "Toca en este lugar que haga
memoria del digno europeo don Isidro Fernández Martínez , que me auxilió mucho
y se manifestó como uno de los mejores patriotas, acompañándonos hasta un
pueblecito nombrado Inguaté-corá (sic, por Yaguareté Corá) sufriendo las
lluvias y penalidades de unos caminos poco menos que despoblados" (…) "No
habíamos pisado más pueblo desde La Bajada que Curuzú Cuatiá, que tiene veinte
o treinta ranchos, Yaguareté Corá que tiene doce y Candelaria…"
EL TAMBOR
DE TACUARÍ
De acuerdo a la tradición oral, en Concepción del Yaguareté Corá se
incorporó a las tropas un niño de aproximadamente doce años llamado Pedro Ríos, que pasaría a ser conocido
en la historia como El Tamborcito de
Tacuarí, por su desempeño heroico en la batalla homónima del 9 de Marzo de
1811, donde perdiera la vida. Los hechos históricos preservados a través de la
tradición oral sucedieron en el oratorio del poblado, actual templo histórico
restaurado por el gobierno de la provincia. En el ejido rural aledaño al casco
urbano se encuentra el monolito que señaliza el sitio donde se levantaba el
rancho de la familia de Pedro Ríos. El Congreso de la Nación sancionó el 27 de
Junio de 2012 la Ley 26.753 para rendir homenaje a Pedro Ríos como Niño Heroico
e incluir la conmemoración en los calendarios escolares argentinos. Dicha ley
fue promulgada a través del Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 1.259/12,
el 25 de Julio de 2012. La Ley 5.988 de la provincia de Corrientes, sancionada
en 2009, contiene idénticas disposiciones y fue presentada como proyecto al
Senado de la Provincia por un grupo de ciudadanos de la localidad de Concepción
del Yaguareté Corá, integrantes de la Comisión Popular de la Memoria del Tambor
de Tacuarí. Por esa razón, Concepción del Yaguareté Corá (Provincia de
Corrientes) debe ser declarado como "Lugar Histórico Nacional", dada la
relevancia de los acontecimientos allí desarrollados. Esta petición se realiza
conforme a lo dispuesto por la Ley 12.665, y a las Disposiciones Nº5/1.991 y
6/1.991 de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos.
El artículo 1º de la Disposición 5/1.991 de la Comisión Nacional de Museos y de
Monumentos y Lugares Históricos adopta la siguiente definición: "Lugar Histórico
Nacional: Es un área de existencia material, constituida por un espacio rural o
urbano, o determinada por un punto geográfico del país donde tuvieron origen o
transcurrieron hechos trascendentes de carácter histórico, artístico,
institucional o ético-espiritual, o bien se encuentran en ella restos
concentrados o dispersos de importancia arqueológica, que por sus consecuencias
y características resultan referentes valiosos para la identidad cultural de la
Nación. Su preservación y presencia física -comprendido su entorno- tiene por
finalidad transmitir y afirmar los valores históricos que en ese bien se
concretan".
Con estos fundamentos acompañamos la presentación del proyecto de ley,
impetrando la consideración favorable de todos los miembros del Congreso de la
Nación.-
DIPUTADA NACIONAL MARÍA ELENA CHIENO (FPV-PJ Corrientes)
Dr. Carlos Hermann G?ttner
Curuzú Cuatiá y
Concepción del Yaguareté Corá serán por ley las Primeras Ciudades Belgranianas
del país (Carlos H. Güttner)
Esta iniciativa de mi autoría, concebida originalmente con al proyecto
de Declaración de Lugar Histórico Nacional de mi querido pueblo de Concepción
del Yaguareté Corá, apunta a que Corrientes consolide su identidad belgraniana,
declarando a Curuzú Cuatiá y Concepción del Yaguareté Corá como las Primeras
Ciudades Belgranianas del país.
Me costó mucho promoverla, hasta que la diputada nacional por
Corrientes, María Elena Chieno, asumió la determinación de plasmarla como
proyecto de ley. Agradezco especialmente a sus asesoras Agustina Galantini y
Roxana Amarilla, que militaron con fervor para que todo llegara a felíz
término.
Comparto con ustedes el merecido homenaje a Manuel Belgrano desde estos
proyectos, difundiendo la historia con la misma pasión de nuestros pueblos, que
apoyaron al prócer en sus luchas e ideales, para que la libertad que gozamos
hoy perdure generación tras generación.
Valga, pues, el gesto, como un reconocimiento póstumo a la memoria de
los correntinos que dieron su vida por la Patria, y a los correntinos que con
orgullo pueden decir:
"Corrientes tendrá, por ley, las dos Primeras
Ciudades Belgranianas de la República Argentina: Curuzú Cuatiá y Concepción del
Yaguareté Corá".
PROYECTODE LEY
(Expte. 7586-D-2013)
El Senado y La Cámara de Diputados de la Nación Argentina, reunidos en
Congreso, sancionan con fuerza de Ley
Artículo 1º-
Concédase a la ciudad de Curuzú Cuatiá (Provincia de Corrientes)
el título de "Ciudad Belgraniana" por haber sido fundada por el General Manuel
Belgrano durante el itinerario de su expedición libertadora al Paraguay, en 1810.
Artículo 2º-
Colóquese en lugares visibles de acceso a la ciudad la
correspondiente señalización que testimonie su carácter de Lugar Histórico
Nacional y de "Ciudad Belgraniana".
Artículo 3º-
La Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares
Históricos realizará las gestiones y procedimientos establecidos en la Ley Nº
12.665, modificada por su similar Nº 24.252, en su reglamentación y en las
normas complementarias, debiendo practicar las inscripciones necesarias en los
Registros correspondientes.
Artículo 4º-
Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Manuel Belgrano es, con toda justicia, uno de los Padres de la Patria
por el descollante rol que le cupo en los albores de la lucha por la libertad e
independencia de los pueblos del antiguo virreinato del Río de la Plata. Su
condición de americano comprometido en la lucha por la libertad, sus
convicciones revolucionarias contra la opresión absolutista de los imperialismos,
su profunda ética en el ejercicio de la política, sus dotes de estadista
preocupado por la educación y el bienestar económico de los pueblos, su
vocación de prosperidad y el abnegado sacrificio en pos de los ideales, son
inconmensurables y dignos de todo encomio.
El hombre de leyes, abogado, comerciante, educador y político, se tornó
en improvisado estratega y comandante militar que sacrificó su fortuna, su
honra, su bienestar y su vida para consagrar la definitiva liberación de los
pueblos del sur del continente americano. Cuando nadie se atrevió a empuñar la
espada y organizó dos ejércitos libertadores de la nada, aportando todos sus
bienes y empeñando su máxima dedicación personal.
Cuando el grito libertario de Mayo halló eco en los pueblos del interior
con diversas connotaciones, abrió caminos de consolidación y victoria en
travesías imposibles sobre el vasto confín de la geografía virreinal. Cuando la
adversidad comprometió el destino de la libertad, él llamó a los pueblos, juntó
a los gauchos, convocó a los indios, fundó
ciudades, levantó escuelas, iglesias y bibliotecas,
concedió derechos y repartió la tierra, peleando contra ejércitos monárquicos
superiores en poderío y cantidad.
Mientras hacía la guerra organizaba al pueblo y soñaba con una
revolución de iguales.
Nunca resignó los principios e hizo de la ética y del patriotismo una
bandera que se alzó por sobre los intereses comerciales de una oligarquía
portuaria que especulaba con cambiar de amos imperiales para enriquecerse.
Cuando comprendió, por fin, que todo su esfuerzo parecía vano en medio de las
mezquinas ambiciones de los hombres de la ilustración y del puerto, se entregó
a la muerte con un gesto de generosidad y entereza, no sin antes proferir con
dolor: "Ay patria mía…"
Manuel Belgrano, el hombre, el
militar, el patriota.
Un prócer de extraordinarias cualidades cuya memoria debiera inspirarlos
más altos valores ciudadanos y de cuya genialidad política nos ha privado el
destino. Numen indiscutido de la lucha revolucionaria por la independencia
americana a la vez que estadista ejemplar y educador de fuste, cuyas obras nos
han sido omitidas por la tendenciosa corriente antinacional de la
historiografía oficial.
La expedición de Manuel Belgrano al Paraguay fue ordenada por la Primera
Junta en Septiembre de 1810 con el objeto de incorporar a todas las provincias
del caído Virreinato del Río de la Plata al nuevo gobierno surgido en Buenos
Aires el 25 de Mayo de 1810. Después de atravesar Buenos, Santa Fe y Entre
Ríos, llegó a Corrientes y el 12 de Noviembre de 1810 enarboló en el campamento
de Curuzú Cuatiá (Corrientes) la primera bandera no española de un regimiento
patriota y la primera enseña creada antes de la azul y blanca de 1812.Llevaba
los colores amarillo, azul y rojo, y fue bendecida por el Presbítero Arboleya.
Una bandera con los mismos colores, por esas casualidades de la
historia, sería adoptada por los patriotas paraguayos al año siguiente, con
motivo de la Revolución de 1811 que terminaría declarando la independencia y
desplazando de su cargo al gobernador realista Bernardo de Velasco.
El 14 de Noviembre de 1810 fundó la primera ciudad de la historia bajo
gobierno patrio: "Nuestra Señora del Pilar de Curuzú Cuatiá", en la Provincia
de Corrientes, que en idioma guaraní significa "Cruz de papel", con el objeto
de organizar la jurisdicción de Corrientes y contener los intentos de avance
portugués sobre la Mesopotamia.
Curuz? Cuati?
El Acta de Fundación decía:
"Don Manuel Belgrano, Coronel de los Reales Ejércitos, Vocal de la Exma.
Junta Provisional Gobernativa que a nombre de S.M. el Sr. Fernando VII, rige
estas provincias del Río de la Plata, su representante y General en Jefe del
Ejército del Norte, etc. Por cuanto atendiendo a los muy distinguidos méritos y
servicios que han contraído los vecinos de esta
jurisdicción en las varias ocasiones que
han sido ocupados a beneficio de la causa pública del estado, acreditando
su valor y patriotismo en todas las ocasiones de guerra que contra la patria
han promovido los enemigos, así ingleses como extranjeros; de que aun ahora
mismo se resisten varias familias, por la última acción de los ingleses en el
año de mil ochocientos siete, en la toma de la Plaza Montevideo, y así mismo en
la actualidad se han prestado con todas sus facultades al servicio de la patria
reconociendo la Exma. Junta Provisional Gobernativa que a nombre de S.M., el Sr.
Don Fernando VII ríge las Provincias del Río de La Plata, franqueando con singularidad,
con la mayor prontitud, celo y eficacia todos los auxilios que han estado a sus
alances - he venido en quitar todos los obstáculos que se oponían a la
formación, adelantamiento y progreso de este pueblo, y en particular decidir la
cuestión de estos terrenos que por corresponder a los indios de Yapeyú no
debían poblarse; respecto a que hoy somos uno, como muy sabidamente lo ha
dispuesto la predicha Exma. Junta, y que por otra parte los insinuados indios,
ni están en estado, ni pueden poblarlo, siendo a la verdad un punto que merece
toda la atención para el comercio, por ser el centro de los terrenos desde Corá
en el Paraná hasta el Uruguay; por tanto y a virtud de las facultades que me
revisten, ordeno y mando: que se haga y tenga este pueblo por el de Nuestra
Señora del Pilar de Curuzú Cuatiá, cuya jurisdicción será desde las puntas del
Arroyo de las Tunas, siguiendo el Arroyo Mocoretá y de este a buscar de las
puntas del Arroyo Timboy, de este a buscar la barra de Curuzú Cuatiá que entra
en el Miriñay, de donde se seguirá hasta la Laguna Iberá y por el Río
Corrientes, se seguirá la costa hasta unos malezales, de los cuales se ha de
seguir a las puntas de la Barrancas y de esta a las del Arroyo Basualdo, hasta
encontrar las puntas de Las Tunas. Pero para que el insinuado pueblo se funde
con arreglo a la disposición de S.M, teniendo presente lo anteriormente
resuelto por la superioridad, mando que se deslinie por el piloto Don Domingo
Bruquer dando a las calles la dirección de Nor -Este, Sud - Este y Noroeste,Sud
- Oeste veinte varas de ancho y a las cuadras cien varas que deberán repartirse
en cuatro solares. Que así mismo se le dejen dos leguas cuadradas para éjidos y
pasto comunes comprendiéndose con el centro de ella la población que sola habrá
de constar de catorce cuadras de largo y otras tantas de ancho; que los solares
se han de dar en propiedad los que viniesen a ocuparlo por solo el valor de
cuatro pesos sin más derecho ni pensión alguna y de esto se ha de hacer un
fondo para establecer una escuela y sostenerla con sus réditos, sin prejuicio
de olvidar a los pudientes a que han de satisfacer cuatro reales al maestro por
cada uno de sus hijos, hasta que se dotare bien de los fondos públicos.
Que se ha de señalar terreno para Iglesia Matriz en el centro de una de las
cuadras de la plaza, que no se pase de dos solares y asimismo al otro frente se
dará toda la cuadra para cuando llegue el tiempo que con la población se pueda
elevar este pueblo a la clase de villa, para el ayuntamiento a fin de que tenga
terreno para casa. Capitular que se han de construir en el centro del frente,
ocupando dos solares y asimismo lo tengan para cárcel y otro edificios
particulares con cuyos réditos pueda atender a los objeto de su instituto, sin
excepción de persona en la adjudicación de los solares, sino que se han de
ir adjudicando por la predicha cuota de
cuatro pesos, conforme fuera viniendo a poblarse,
sea indio o español.
Que se ha de obligar a los estancieros de la jurisdicción a que tenga su
casa en el pueblo indispensablemente y los que no tienen una ocupación fija y
están sin sus ranchos dispersos en la misma, sin sociedad ni poder oír la
palabra Divina, se les ha de obligar a que trasladen sus casas en el pueblo, dándoles
demás fuera del ejido media legua cuadrada para que puedan cultivarla, sin
precisarles a que entreguen los cuatro pasos del solar que se le señale en el
pueblo, hasta que no se hallen en estado de sufragarlos. Que en ejido se han de
señalar una cuadra cuadrada para cementerio, en el cual se hayan de enterrar
todas las personas que fallecieren, sean de la clase que fuesen, pues, en esto
no habrá distinción alguna hallándose resuelto por la Exma. Junta conforme a la
voluntad del Rey de que a ninguno se entierre en los templos. Que a todos los
que vengan a poblarse se les ha de obligar a que guarden las líneas que se
señalen en las calles y cercar inmediatamente el solar que se sitúen. Que luego
que este pueblo tenga cuatrocientos vecinos, podrá llamarse Villa y tener su
ayuntamiento conforme a conforme a la ley, y llegado a tener mil vecinos podrá
obtener el titulo de Ciudad, pero para el efecto deberá concurrir al Superior
Gobierno; entre tanto deba gobernarse por un comandante militar y un juez
comisionado que nombraré, procediendo ambos a una debida armonía auxiliándose
mutuamente en sus providencias, todos en dependencia de la Tenencia del
Gobierno de Corrientes.
Pero como para nombrar personas en quien concurran las distancias
necesarias vengo en conferir tan importante cargo al Comandante del Escuadrón
de Milicias Patrióticas de Curuzú Cuatiá que he tenido a bien crear. Don José
Andrés Casco y Mendoza y para Juez Comisionado al Capitán del mismo Escuadrón
Don José Ignacio Ledesma, de quien espero toda aplicación y circunstancia a fin
tan justo en que se interesa el bien de la Patria y del Rey, y a efecto de que
llegue a noticias de todo el vecindario de esta jurisdicción y se guarde y
cumpla con la mayor escrupulosidad cuando dejo ordenado, se publicara en el
primer día festivo de este mi despacho, por lo predicho Comandante y Juez
Comisionado y se archivará para la medida constancia con el plan del pueblo que
se ha de formar, en la sacristía de la iglesia, sacándose copia autorizada, que
han de obrar en poder de los nominados Comandante y Juez y para remitir a la
Exma. Junta y Tenencia del Gobierno de Corrientes. Dando en el cuartel de
Curuzú Cuatiá, firmado de mi mano sellado con el sello de mis armas y
refrendado por mi Secretario, a diez y seis de Noviembre de mil ochocientos diez
años - MANUEL BELGRANO - Ignacio Warnes."
Este proyecto de ley propone que la ciudad de Curuzú Cuatiá sea
instituida como "Ciudad Belgraniana", reafirmando el carácter de Lugar
Histórico Nacional atribuido en el Decreto Nº 112.765/1942.
Por los motivos previamente nombrados, solicito a los señores Diputados
acompañen este proyecto con su firma.
Vista satelital de Yaguaret? Cor? hoy