JOSÉ MARÍA CORNIDE, DISCEPOLÍN Y DESPUÉS…
Hay una callecita de una
cuadra de largo en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires (un "pasaje" con
entrada y salida por las avenidas Callao y Corrientes) por donde en el siglo 19
pasaba la vía férrea por la que transitaba "La Porteña" y que cuando no pasó
más el tren "del oeste" y se la transformó en calle la llamaron Rauch. Actualmente
el pasaje se llama Enrique Santos Discépolo y a escasos 30 metros de la entrada
por Callao hay un bar en el que si usted lo desea pueden traerle a su mesa un
termo con agua caliente y mate con bombilla, o una pizza con birra y/o totín.
En una de las paredes interiores de este
cálido boliche hay colgadas varias pinturas de José María Cornide que pueden iniciarlo (o confirmarlo) en el
conocimiento de nuestra verdadera identidad cultural; esa identidad que nuestra
"educación formal" soslayó con altibajos durante los doscientos años que
cumplimos como país suramericano: la parte que tenemos de indios, como se dice
corrientemente ("aborígenes", "pueblos originarios", etc.)
En ese lugar de Buenos
Aires que se llama "Mordisquito", si usted se planta frente al gran mural "Las
Malvinas son argentinas" observará que en el enfrentamiento para rechazar la
re-invasión inglesa de 1982 no sólo toman parte los humanos de carne y hueso,
sino que desde el cielo seres espirituales apoyan la defensa de un territorio
que ya era nuestro, de Suramérica, miles de años antes que el subcontinente se
llamara así; y estaba habitado, claro, por los que hoy conocemos como
tehuelches o quizá por los que llamamos onas…
Dos detalles (fragmentos) del mural "Las Malvinas son argentinas"
Desde "el cielo" seres
cósmicos rechazan la invasión y en un rincón del gran mural, arriba y a un
costado, entre nubes, se observa una imagen triangular que identifica a El Al,
la deidad más respetada por los tehuelches.
Y no le cuento más. Vaya y
emociónese con todo lo que contemple en ese sitio.
"Pal Tantanakuy" alude a la fiesta que cre? Jaime Torres hace 40 a?os y que se realiza en la Quebrada de Humahuaca y en la Puna de Jujuy.
La exposición se inauguró
con música: Adriana Lubiz (charango), Nico Favio (canto y guitarra), Raúl
Palavecino (charango), Daniela Vique (guitarra), Juan Cruz Grondona
(concertista de guitarra), Oscar Serrisuela (guitarra y canto) y Diaz Novo (canto y
guitarra).
Una querida presencia
participó también aunque ya no esté materialmente: el poeta tucumano Tati Lazo
(con la presencia emocionada de su nuera y su viuda Maga). También participaron
de la reunión el poeta Diego Holzer, el cantor de tangos Omar Casas, Elba Boffo
(esposa de Jaime Torres) y el profesor y artista plástico Alberto Sorzio.
Adriana Lubiz y Ra?l Palavecino (charangos), los brolis, Discepol?n y el poeta Tati Lazo (en Humahuaca, portando el libro de Cornide)
Desde una de las paredes
del local un retrato de Discepolín, sonriente, sigue diciendo con voz radial de
1951: "¡A mi no me la vas a contar Mordisquito!"
Texto y fotos: Ricardo
Luis Acebal
Cornide desplegando "El nacimiento del charango"
"EL VIAJE"
"Hoy
para ahorrar balas degollé a 28 ranqueles". Así relataba en 1828, el Tnte .Cnel. Frederich Rauch (mercenario prusiano contratado por
Rivadavia), una de las tantas
acciones de "limpieza" para "liberar" territorio en nombre del progreso.
Lo que nunca
imaginó es que al pasaje que llevaba su nombre, llegaría el espíritu de
aquellos que quiso destruir, de la mano de José
María Cornide a través de su obra
pictórica.
La
actual no es una muestra más: es un
encuentro con el alma de los pueblos originarios, es sumirnos en la cosmogonía
ancestral, es la reconstrucción de un puente cultural roto por la acción deliberada de quienes
quisieron cortar nuestras raíces. Yo diría que es un espacio de reflexión y de
acercamiento al universo místico de los pueblos originarios. La obra de Cornide
no es solamente una expresión de su calidad técnica, sino que es la puesta en
imágenes de su respeto y compromiso por incorporar a nuestro colonizado acervo
cultural la cosmovisión que nunca tendría que haber estado ausente en nuestra
vida.
Se destacan
entre las obras "El nacimiento del Charango" y "Las Malvinas son argentinas". La
primera es un itinerario mágico de la mano del poeta tucumano Tati Lazo Escudero. Utilizo la palabra "itinerario" porque la obra de Cornide
no es una ilustración del poema, sino una invitación a un viaje desde la
Naturaleza a lo sublime de la Música.
"Las Malvinas
son argentinas" ancla nuestra soberanía mas allá de los relatos de los
conquistadores y de los hechos del siglo
19, sino en la habitabilidad preexistente de nuestros pueblos originarios.
Vayan a
verla.
Y una última reflexión: salgo del café "Mordisquito" y estoy caminando por donde pasó en 1857
"La Porteña" inaugurando la historia del ferrocarril argentino pensado en un principio
como instrumento económico a favor de intereses de la oligarquía después de la
"limpieza" que pretendiera Rauch. Con el
tiempo el ferrocarril creó pueblos y
generó trabajo. Luego fueron sistemáticamente destruidos originando
éxodos y pobreza. Hoy se inició una política de recuperación de tan importante
medio de comunicación. Y en ese pasaje también se generó y se cortó
violentamente otro tren de expresión y creación que fue el "Teatro del Picadero".
Y coronando esta historia ahora José María
Cornide nos introduce y nos invita con su obra a un viaje iniciático hacia el
fondo de nuestras raíces. ¡Y ese pasaje
se llama desde el 2008 Enrique Santos Discépolo!
La verdad
que todo es muy fuerte. ¡Gracias José María Cornide por llevarme como un Virgilio
a este viaje de "divina realidad"!
Alberto
Sorzio
mayo de 2015
El escen?grafo y pintor Jos? Mar?a Cornide