Jacques Prévert, "Salut á l`oiseau".
Yo te saludo, pájaro burlón,
y en vos a todos los que, de atorrantes
aún tienen -porque tuvieron antes-
para toda la vida, el corazón.
Yo te saludo, pájaro cagón,
que en todo te cagaste, de estudiante
y de grande, en todo lo importante,
con tu vuelo sin alas y el cañón
siempre cargado para el chiste.
Yo te saludo, pajarito, hoy,
aunque es un día demasiado triste.
Fijate cómo estás y cómo estoy.
Y encima, te quedaste sin alpiste:
se murió el negro Caluá, digo: Caloi.