ORIGENES DE PALABRAS Y
FRASES POPULARES
Sólo
los paremiólogos -expertos en refranes- son capaces de dar respuesta a
semejante incógnita. Lo que sigue es parte de sus desvelamientos.
BONDI.
La manera porteña de decir que uno va a subir a un colectivo, es `me tomo un
bondi`, pero resulta que esta palabra es una derivación brasileña de `bond`
(boleto, en inglés), palabra que lucía en los pasajes de los tranvías que las
compañías británicas habían instalado en San Pablo. Como en portugués a las
palabras terminadas en consonante se les suele agregar una vocal, `bond` se
convirtió en `bondi`. Más tarde, los porteños la adoptaron para designar al
colectivo, que nunca fue inglés y cuyos pasajes jamás se llamaron `bond`.
NO
QUIERE MÁS LOLA. Es `made in Argentina`. Lola era el nombre de una galleta sin
aditivos que a principios del siglo XX integraba la dieta de hospital. Por eso,
cuando alguien moría, se decía: `Este no quiere más Lola`. Y, desde entonces,
se aplica a quien no quiere seguir intentando lo imposible.
A
SEGURO SE LO LLEVARON PRESO. Viene de Jaén, España, donde los delincuentes eran
recluídos en el Castillo de Segura de la Sierra. Originalmente
se decía `a (la prisión de) Segura se lo llevaron preso`, que advertía de no
robar, para no terminar en Segura. Hoy significa que nadie está libre de alguna
contingencia.
MÁS
LOCA QUE UNA CABRA. Los corderos, una vez destetados, siguen mansamente a su
madre, en cambio los cabritos se disparan a los saltos hacia el monte y su
pobre madre se vuelve loca tratando de ubicarlos. De allí lo de `más loca que
una cabra` o `está rechiva`. HASTA QUE LAS VELAS NO ARDAN. Se originó en los
prostíbulos, en épocas en que no existía la luz eléctrica y los relojes eran
objetos de lujo. La madama le entregaba al cliente una o varias velas, según lo
pagado. Cuando se consumían, el turno había concluído, esto es, había sexo
`hasta que las velas no ardan`. PONER LOS CUERNOS. Del `derecho de
pernada` que se dice le asistía al señor feudal en la Edad Media, derivó lo
de `poner los cuernos`. Antes de acostarse con la novia, el caballero colgaba
en la puerta una ornamenta de ciervo para advertir que nadie entrara so pena de
ser decapitado. Mientras tanto, el marido llamaba orgulloso a sus vecinos para
mostrar que su señor le había puesto los cuernos.
A
CADA CHANCHO LE TOCA SU SAN MARTÍN. Alude al 11 de noviembre, día de San Martín
de Tours, patrono de Buenos Aires, que se celebra comiendo lechón. Significa
que a todos les llega en algún momento la compensación por sus buenos o malos
actos.
VIVA
LA PEPA. Contra
lo que pudiese creerse, `viva la
Pepa` no es el grito de alegría de un buscador de oro, sino
el que usaban los liberales españoles en adhesión a la Constitución de
Cádiz, promulgada el 19 de marzo de 1812, en la festividad de San José Obrero.
Como a los José se los apoda Pepe, en vez de decir `viva la Constitución` -lo
que conllevaba llegar a ser reprimidos- los liberales gritaban `viva la Pepa`. Hoy, en
Argentina, su significado se ha desvirtuado y se parece a `piedra libre`.
AL
TUN TÚN. Con la expresión `al tun tún`, los paremiólogos no se ponen de
acuerdo: para unos deviene de `ad vultum tuum`, que en latín vulgar significa
`al bulto`, y para otros, es una voz creada para sugerir una acción ejecutada
de golpe. De cualquier forma, hoy `al tun tun` indica algo hecho sin análisis ni
discriminación.
ATORRANTES.
Lo de `atorrantes` viene de principios del siglo pasado, cuando colocaron unos
grandes caños de desagüe en la costanera, frente a la actual Casa de Gobierno,
en lo que hoy es Puerto Madero. Éstos tenían la leyenda `A. Torrant et Cie.`
(nombre del fabricante francés) bien grande a lo largo de cada segmento de
caño, y estuvieron casi más de un año hasta que, por fin, los enterraron.
Mientras tanto `se fueron a vivir a los caños` cuanto vago, linyera y sujetos
de avería rondaban por la zona y así surgió este dicho. Cuando la gente se
refería a las personas que vivían en esos caños, los llamaban "A-Torran-tes".
Más adelante se llamó así a toda persona vaga o de mal comportamiento.
CROTO.
La expresión `Croto` se remonta a la década del `20, cuando el entonces
Ministro de Obras Públicas y Transporte, Crotto, implementó una especie de
certificado de pobreza y cuyo portador podía viajar gratis en los tranvías y
trenes. Hoy en día se denomina con este nombre a toda persona mal vestida que
con su apariencia denota su estado de indigencia.
ATAR
LOS BÁRTULOS. Por último, `atar los bártulos` alude a Bártulo de Sasso-Ferrato,
jurisconsulto de la Edad
Media, profesor de Derecho en Pisa, Bolonia y Padua, cuyas
obras -contenidas en trece volúmenes- sirvieron de base de estudio durante tres
siglos. Los estudiantes tomaban nota de ellas y luego ataban esos apuntes, a
los que llamaban bártulos, para que las hojas no se les perdieran. Hoy la
expresión alude a preparar una mudanza.
Gentileza,
John B. Rathbone
www.vidapositiva.com
Identidad Cultural
agradece esta colaboración
al poeta y psicólogo social Alejandro Simonetti.