Justo en el centro de nuestro país, Argentina, en la
provincia de Córdoba y perteneciente al Valle de Punilla, en la localidad de
Capilla del Monte, se alza el Cerro Uritorco, el más alto de las sierras
chicas, de 1980 metros de altura, cubierto de una generosa y muy variada
vegetación, rodeada de bellas vertientes y hermosas lagunas.
La denominación Uritorco proviene de la
lengua quechua que deriva de las voces Uritu (lora) y Urqu (cerro) o sea,
Cerros de los Loros, sin embargo otros lo llaman Cerro Macho.
El río Calabalumba enmarca en parte a la
localidad cordobesa de Capilla del Monte en un paraje al que dominan " La
Toma "
Dicen que dicen ...que Uritorco era un
joven alto robusto y barbado.
Cuando el se cruzó en el camino al río con
Calabalumba quedó prendado de su hermosura.
Calabalumba era hija de un hechicero, por
lo que su madre antes de morir, y sabiendo muchos ardides de las artes oscuras,
le había enseñado muchos trucos para sortear malvados embrujos con los cuales
podría en algún momento salvar su vida.
Uritorco comparaba a la hermosa joven con
la flor del siuco, él la veía deambular de la comunidad al río en busca de
agua, o a recoger frutos del bosque cercano con su falda de lana, su bella
camisa adornada con pequeñas conchas de caracolas y su renegrido cabello
peinado con una larga y gruesa trenza. La veía y no podía dejar de
admirarla, todo en ella era perfecto.
Un día de primavera, al verla y escuchar
el tintinear de sus pulseras y medallas, la confrontó y sin más, le declaro su
amor, pero para su sorpresa ella le confesó que hacia tiempo lo admiraba a la
distancia, ellos se amaban, pero el padre de Calabalumba, el hechicero, no
consentiría en la unión de ambos.
Pero los jóvenes sabían que no podrían
renunciar a ese amor que cada día crecía más y más.
Pasado un tiempo, una tardecita cálida
cuando anochecía los amantes se reunieron a escondidas cerca de los corrales
donde donde guardaban las alpacas y las llamas. Esa noche decidieron huir
juntos, sabiendo que más temprano que tarde, el hechicero conocería la noticia.
Lo cierto es que el padre de Calabalumba
no era un hechicero cualquiera, él poseía poderes extraordinarios y no dudaría
en emplearlos para romper la unión de su amada hija y Uritorco.
En los días siguientes, la pareja se vio
perseguida y decidió superar ese problema, a la luz de los acontecimientos
planearon adentrarse juntos en la espesura de la noche, entonces atravesaron
altos matorrales, pero en el camino fueron interceptados por una figura
demoníaca que comenzó a perseguirlos, por más que ellos trataban de sortear los
escollos que los amenazaba y se interponía ante ellos, cada vez se sentían más vulnerables.
El hechicero poseía el poder de
transmutarse y lograba perseguir los pasos de los fugitivos.
Cuando ellos ya creían haberse alejado del
peligro, se encontraron frente a frente con un feroz jaguar con impresionantes
ojos humanos, un uturrunco, que les mostraba sus afilados colmillos y daba
fuertes rugidos de forma amenazante.
Ambos jóvenes estaban aterrados, entonces
tal como su madre le había enseñado, se aferró con fuerza en un interminable
abrazo a su amado Uritorco, y ambos se transformaron, él en el magnífico Cerro
Uritorco, robusto y señorial, y ella en el Río Calabalumba, un manantial de
agua pura que surge de entre las piedras, sorteando los escollos de la
naturaleza tal como ella lo hizo.