QHAPAQ RAYMI (Quechua)
por: Biblioteca Andina "Ñawpayachaykuna"
Del libro "Agro Astronomía Andina"
de Julio Valladolid Rivera, Perú
En nuestro transitar andino estamos entrando al Solsticio de verano que
corresponde a la mitad de año o ciclo. Estos meses de diciembre, enero, febrero
son de encuentro festivo, de celebrar la época de lluvias y las primeras
cosechas y la alegría del encuentro en nuestros ayllus, fortaleciendo los lazos
de unión de cada familia y con nuestra Pachamama. En este punto del camino, el
sol que en Inti Raymi era un sol naciente, con sus primeros rayos, hoy es un
sol adulto, en plenitud, proponiéndonos la celebración de la vida.
En junio iniciábamos el ciclo observando el caminar de nuestras Colcas o
cabrillas (estrellas conocidas como Las Pléyades) propia del Solsticio de
invierno. En este Qhapaq Raymi estaremos conectándonos con nuestra Amaru
(conocida también como estrellas Antares o Constelación de Escorpio) que irá
apareciendo en la madrugada del 21 de diciembre. La Amaru es la constelación
que marca el otro extremo del camino del Sol, el Solsticio de diciembre. Y está
representada por una enorme secuencia de estrellas que en conjunto tiene forma
sigmoidal con los extremos que terminan casi en espirales opuestas, es decir
como una enorme serpiente, cuya salida en las madrugadas del mes de diciembre
acentúan el período de lluvias, la llegada de las aguas.
Junto a la Constelación Amaru, está también otra constelación andina que
tiene forma de un felino volador, que lanza relámpagos de sus ojos, orina
lluvia, escupe granizo y gruñe produciendo el trueno. Con su salida en este
Solsticio de diciembre anuncia la llegada de las aguas.
Así también este tiempo es la oportunidad para reflexionar sobre nuestra
Mama Yaku, Mama Cocha, abuela agua dadora de vida. En quebrada y puna jujeñas
estamos sufriendo una variación de clima que va de lluvias intensas hasta
heladas y sequías considerables que van afectando el trabajo productivo de
nuestros pueblos.
Esta experiencia es un llamado de atención. Nuestra Pachamama nos alerta a
que vayamos produciendo un cambio real, no romántico. Es tiempo de rever
nuestros hábitos del cuidado integral a nuestra pacha. Estos fenómenos
climatológicos son el producto del calentamiento global, donde cumplen un papel
determinante las amenazas y actividades extractivistas.
Es tiempo del encuentro fraterno con nuestros ayllus, el de fortalecer
nuestras espiritualidades, ampliando nuestros saberes, comprometiéndonos en el
hacer. Organizándonos, luchando por nuestros derechos y demostrando la
capacidad de ser sujetos políticos en la acción, reconstituyendo nuestros
Pachas.
¡Jallalla! Qhapaq Raymi.
¡Kawsachuni Mama Cocha, Mama
Yaku!
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