LO LÚDICO, LO SIMBÓLICO Y EL
HUMOR
Tres condiciones que brillaron en un artista singular:
Antonio Seguí.
por Alberto Sorzio
Dejó este mundo, que transitó con crítica mirada, el 26 de febrero de 2022.
Había nacido en Villa Allende (Córdoba) en 1934. Pudo representar con su
particular iconografía a la multitud de solitarios de las grandes ciudades.
Sus figuras planas, generalmente de perfil
parecían más cercanas al "cómic" que a cualquier otro estilo.
Creó un personaje (Don
Gustavo) que con su formal atuendo al estilo de los años 50, de traje, corbata
y sombrero, deambuló por su obra creando mundos o denunciándolos siempre con
humor e ironía. En los años duros del "proceso" 1976-83 no pudo regresar al
país desde la Francia donde estaba radicado por su obra, pues esta era considerada
crítica por el gobierno de facto.
En su juventud visitó por largas temporadas los centros artísticos europeos
y vivió la bohemia parisina, hasta que decidió que el arte debía hacerse en los
talleres y no en los cafés. Con ese propósito alquiló un galpón bastante grande
en las afueras de Paris y lo primero que instaló en él fue una parrilla. Fue
centro de encuentro de artistas argentinos y europeos. Un concurrente asiduo era
Atahualpa Yupanqui, con el que compartía, además de la música, recuerdos y
anécdotas de su Córdoba natal. Provincia que Atahualpa conocía muy bien por
haber residido largamente en ella.
En 1958 había realizado una gira por países sudamericanos, viviendo un
largo tiempo en México, donde se interesó por el grabado. Ese periplo lo acercó
al alma del arte americano, que se tradujo en su obra en el empleo de los
elementos formales (línea, color), en la representación del espacio y sobre todo
en el predominio del simbolismo sobre el naturalismo. Fue uno de los primeros
artistas que en nuestro medio realizó obras interactivas con el espectador,
creando espacios recorribles y modificables, cambiando elementos del entorno (casas
o árboles, olas del mar...) o quitando o cambiando de lugar personajes o
animales.
Su obra debajo de la pátina de humor o juego es una invitación a
reflexionar sobre la condición humana y la construcción de mundos que conspiran
contra la naturaleza de su existencia, sobre todo en las ciudades populosas.
Nos dejó un gran artista argentino que supo crear un lenguaje pictórico al
margen de ismos o modas.
Seguí, el pintor de los hombrecitos con sombrero que siempre está de vuelta...
Etiquetado como Informalista y como Surrealista , las piezas de Seguí son generalmente satíricas o críticas humorísticas de la sociedad .