En este libro se vislumbra a la gente como protagonista de la cultura: el pueblo se hace creador del saber popular. Y muestra, además, una gestión pública que toma esas iniciativas y busca el mejor modo de que se concreten.

Carnaval prohibido, Daniel Fariña, Ediciones CICCUS, 2021.

La aparición de esta obra es importantísima porque deja asentado lo que construyeron las murgas de una parte del conurbano, y también lo que se fue haciendo desde la gestión pública. Podemos ver el crecimiento cuantitativo y cualitativo de las agrupaciones, apoyadas y acompañadas por los talleres que se brindan desde el municipio. Se escuchan las voces de los y las murgueras contando en primera persona la experiencia de los últimos carnavales: su vínculo con el municipio, sus necesidades, su relación con los vecinos de los barrios cerrados. 
No es ni más ni menos que darle a la cultura popular lo que se merece: un espacio de formación, un escenario, publicidad, registro del espectáculo, etc.

Es maestro, y así le gusta que lo llamen, a pesar de que su título, otorgado por la Escuela Nacional Normal de Profesores Mariano Acosta, sea de Profesor de Enseñanza Primaria. Trabajó en escuelas del conurbano bonaerense desde antes de obtener su título, y hoy es maestro de la Escuela de Adultos N° 714 del distrito de Tigre, porque el aula es su lugar. Desde sus inicios como docente, fue dirigente sindical de la provincia de Buenos Aires (1984- 2012), porque cree que desde la educación se puede cambiar el mundo. Fue Secretario General de la Unión de Educadores de Tigre (UDET) y, en paralelo, Tesorero de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB). Fue cofundador del Frente Gremial Docente Bonaerense (AMET -FEB - SADOP - SUTEBA). A partir de 2008 se desempeñó en el Municipio de Tigre como Director Ejecutivo de la Agencia de Cultura. Al mismo tiempo, y en carácter ad honorem, representó a la Región Conurbano Norte como miembro del Consejo Consultivo del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.