Un año y medio
después de recibir el ofrecimiento se concretó la designación del ingeniero
agrónomo Eduardo Cerdá al frente de
la Dirección Nacional de Agroecología
del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. La propia Dirección es un
ámbito inédito en el organigrama del Poder Ejecutivo, y parece reflejar la
creciente importancia de las experiencias agroecológicas en el país, no solo
desde el punto de vista productivo sino también por sus alcances sociales y
ambientales, entre otros.
Cerdá recibió
en Córdoba la noticia del nombramiento publicado en el Boletín Oficial, y el
lunes próximo estará en Buenos Aires para hacerse cargo formalmente de sus
funciones, que venía ejerciendo en un cierto limbo administrativo que tuvo 18
meses de gestación, con un pequeño despacho en el propio ministerio. Una
rareza: ha rechazado cobrar por su trabajo en la Dirección: "Tengo mi
jubilación como docente, con eso me alcanza. Es un modo de devolverle a la
sociedad mi formación en la universidad pública, y es un modo de tener
independencia", explicó Cerdá este año a la revista MU.
¿Qué puede
representar la existencia de una Dirección de Agroecología? "Que el gobierno
haga esto es importante primero, por darle legitimidad a un nuevo esquema
productivo. Vamos a poder debatir sin considerarnos los dueños de la verdad ni
tener la última palabra".
El lugar común
general es que el modelo transgénico y con fumigaciones es la presunta
salvación nacional. "Nunca lo fue. Además, el país puede producir alimentos sin
sustancias tóxicas, sin tener que comprar insumos dolarizados que generan un
problema en la balanza comercial, y ofrecer alimentos premium por su calidad y
porque estaríamos cuidando el ambiente.
Hoy la pandemia nos muestra
la importancia del alimento que fortalezca tu sistema inmunológico. Eso es
mucho mejor que una vacuna. Van a tener que hacer la vacuna para Covid 20, 21,
o andá a saber para qué otra cosa, corriendo siempre atrás de los virus. Con
una alimentación sana te cambia todo el esquema".
Sin tener la
última palabra, Cerdá plantea que el problema central hoy es un cambio de
paradigma. "Ese cambo consiste en entender la vida, y dejar de creer que las
cosas se resuelven con llenar las panzas. Necesitamos alimentos de calidad que
nos den vitalidad y que permitan avanzar hacia modelos productivos locales, que
den trabajo y restablezcan vínculos sociales". Otro detalle:
"Tenemos una Constitución Nacional que en
el artículo 41 dice que todo ciudadano tiene derecho a un ambiente sano. Hoy el
modelo productivo no cumple eso".
Dice que la
agroecología "le recontra conviene a Argentina, porque puede tener productos
con los mismos o mejores precios -por los menores costos- y eso sería un
beneficio para la balanza comercial, con más divisas para el país".
¿Cómo lograr
que crezca ese nuevo estilo de ver las cosas? "No me voy a pelear. Ayudaremos a
los que quieran cambiar. Por la experiencia de la RENAMA (Red Nacional de
Municipios y Comunidades que fomentan la Agroecología), a todos los que han
hecho agroecología les fue muy bien, están mejor y no quieren volver atrás. Los
rendimientos son similares. Los resultados económicos, mejores. Para ganadería
también es una opción mucho más interesante y productiva. Ayuda a eliminar
costos ocultos de los que nadie habla: costos ambientales, deterioro de suelos,
pérdida de nutrientes de los alimentos y de biodiversidad".
EL PROYECTO DE LEY
Durante este tiempo de trabajo no oficializado, la Dirección de
Agroecología, la Secretaría de Agricultura Familiar y el Ministerio de Ciencia
y Técnica comenzaron a trabajar el borrador de un proyecto de Ley de Fomento a
la Agroecología con apoyo del diputado Leonardo Grosso.
Cerdá considera que en ese proyecto hay una
clave de acción hacia adelante.
El proyecto
busca la sanción de una ley para "el fomento, promoción y fortalecimiento de
políticas, programas, proyectos y acciones para el desarrollo de la
agroecología como sistema integral de producción, comercialización,
agroindustrialización y consumo de alimentos, y otras producciones primarias,
con centralidad en su carácter sustentable en lo social, económico, cultural y
ambiental".
"Se entiende
por agroecología al paradigma que incluye elementos técnicos, ecológicos,
científicos y de organización social para la producción de alimentos desde un
enfoque holístico e integral. La agroecología es ciencia, al establecer
relación entre los conocimientos teóricos y prácticos conformando un ciclo de
refuerzo positivo donde los diferentes tipos de conocimientos (tradicionales,
locales, científicos, entre otros) se nutren entre sí a través de la
investigación y acción participativa" postula el texto, que agrega: "La
Agroecología es praxis productiva y una propuesta tecnológica viable que
convive con el ambiente garantizando una producción rentable, limpia y
saludable".
Algunas de las
características de los sistemas de producción, elaboración, comercialización y
consumo agroecológicos, en términos del proyecto:
estar basados,
principalmente, en los circuitos de cercanía con fuerte arraigo territorial;
tener una
perspectiva equitativa e inclusiva en género, juventudes y disidencias;
promover la
producción diversificada, sustentable y sostenible de alimentos sanos y otras
producciones primarias;
promover el
acceso a los derechos universales a una alimentación variada, sana, nutritiva,
culturalmente respetuosa, el desarrollo personal y colectivo y el derecho a una
vida digna;
impulsar la
solidaridad, reciprocidad y armonía entre los pueblos y con el ambiente; f)
promover el uso equitativo y sustentable de los bienes comunes, el acceso
efectivo a la tierra y al agua, la libre circulación de semillas y saberes asociados;
evitar la
utilización de productos químicos de síntesis (plaguicidas, fertilizantes,
hormonas, etc.) y organismos genéticamente modificados;
reconocer el
derecho de los pueblos y comunidades a gestionar sus territorios, reconociendo
sus formas de organización, en busca de la autonomía y autodeterminación de los
pueblos;
apoyarse en una
ética ambiental biocultural, respetando el valor intrínseco de la naturaleza,
promoviendo la soberanía alimentaria y proponiendo la construcción de
conocimientos respetuosos de la historia de los pueblos en el contexto social,
cultural y ambiental en el que se desarrollan.
Otro planteo
busca "la promoción de la economía popular, social y solidaria, impulsando
relaciones de producción y comercio justas, así como prácticas de consumo
responsables".
¿Quiénes son
los sujetos y beneficiarios de la posible Ley? "Son sujetos plausibles de la
presente ley todos/as aquellos/as productores/as rurales, periurbanos y urbanos
que realizan sus actividades de forma individual, familiar, colectiva,
comunitaria o asociativa, incluyendo trabajadores y trabajadoras rurales. La
presente ley priorizará a los/las agricultores/as familiares, campesinos/as e
indígenas, y sus organizaciones, en reconocimiento de su rol histórico en la
preservación de los bienes naturales y culturales, así como de su función
social en el abastecimiento local de alimentos. En todas las políticas y
acciones que emanen de la presente ley se buscará la participación protagónica
de las mujeres rurales, disidencias y la juventud. Son también sujetos de la
ley grupos organizados, organizaciones educativas, grupos de investigación y
grupos de transferencia agraria".
El proyecto
ordena que el Estado garantice el derecho a ejercer libremente la producción agroecológica
y "hacer cumplir las leyes de presupuestos mínimos de protección ambiental a
los efectos de garantizar el derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para
el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las
necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras en los
fundos rurales, urbanos y periurbanos en donde se desarrolle la agricultura
agroecológica".
Se fomentará
también el Etiquetado y la formación de redes para el consumo responsable.
"Considerando que el consumo responsable es parte necesaria y fundamental para
el desarrollo de sistemas agroalimentarios sostenibles, la autoridad de
aplicación generará los mecanismos necesarios para la correcta identificación o
etiquetado de los productos agroecológicos. Se propiciará la formación de redes
de consumidores/as para el acompañamiento de los procesos de transición,
buscando generar canales directos entre los y las productores/as y los y las
consumidores/as".
El proyecto de
Ley propone además incentivos fiscales y acceso al crédito para las
producciones agroecológicas, acceso a tecnologías apropiadas y la
prioridad de las compras estatales (administración pública nacional, sus
dependencias, reparticiones y entidades autárquicas y descentralizadas, las
empresas del Estado y las sociedades privadas prestadoras, licenciatarias,
concesionarias y permisionarias de obras y de servicios públicos) a las
producciones agroecológicas
Se buscará
además "garantizar el acceso de la producción agroecológica a todos los
mercados tanto internos, en pos de garantizar la soberanía y la seguridad
alimentaria, como a los mercados de exportación. Se promoverá la generación de
mecanismos de abastecimiento local y los mercados de cercanía".
El proyecto es
impulsado mientras el modelo de agronegocios, monocultivo, transgénicos y
fumigaciones masivas tiende a instalarse como primordial opción productiva y de
obtención de divisas. Eso implica: vaciando los campos, agravamiento de la
crisis climática; contaminando suelos, agua, aire y hasta la lluvia, mientras
concentra la riqueza y el poder, empobrece a la sociedad, y primariza cada vez
más la economía: así está planteado el debate sobre lo que se viene.