En tiempos en que la
Argentina está viviendo una oscura realidad de injusticia social, descarado
saqueo de las riquezas que nos pertenecen a todos por parte de funcionarios
nacionales delincuentes desde el presidente para abajo y de represión y hambre
para los más humildes (el parecido con aquél 79 es peligrosamente muy grande),
este magnífico libro de Guillermo Blanco-periodista
de excelencia- nos da un mensaje de optimismo y esperanza.
"Identidad Cultural"
agradece a Guillermo Blanco que pueda esta página dar a conocer este libro de
fóbal. Si hubiera vivido el tiempo del seleccionado juvenil de 1979, don
Jauretche hubiera reflexionado: "Ahí las cosas se hacen con las patas, pero se
hacen bien".
Ricardo
Luis Acebal
Guillermo Blanco, periodista ejemplar. De 9 de Julio, Provincia de Buenos Aires.
EL FÚTBOL DEL SOL NACIENTE
Prólogo:
Entre la pelota y ellos había un lazo de amor
por César Luis Menotti
Hay muchas frases de
Hamlet Lima Quintana que tienen que ver con Guillermo Blanco, quien alguna vez
se acordó de los Juegos Evita e hizo un libro para rememorar las vivencias de
aquellos tiempos donde podíamos a través de la pelota participar en reuniones que
estaban estrictamente ligadas a lo formativo, al barrio, a la gente. Esto tiene
que ver con este Juvenil que Guillermo comenzó a acompañar desde sus comienzos,
cuando se probó a 400 jugadores y todo el mundo decía que era una locura que un
DT campeón del mundo fuera a asumir riesgos dirigiéndolo. Teníamos que ir a las
eliminatorias de Uruguay y se fue forjando y apareció uno de los equipos que
más feliz me hizo, por el juego y no solo por el hecho de haber sido campeones
mundiales. Recuerdo aquella final ante la Unión Soviética como si fuese hoy. Y
está reflejada en este libro, como también lo están todos y cada uno de los
partidos durante el maravilloso año que duró el equipo. La jugamos como los
grandes, como los auténticos campeones. Hay muchas maneras de ganar, y ese
equipo lo hizo como un campeón mostrando un sentido de pertenencia, futbolistas
con su origen y un grado de representatividad de la Argentina, de los barrios.
Entre la pelota y ellos había un lazo de amor y de esperanza.
Horas y días de ensayos, en José C. Paz. Menotti con Diego y Hugo Alves. Ambos alternaban prácticas en la Selección mayor, junto a otros pibes.
A través de este juego
encontrarían un camino que a la mayoría los colocó en un lugar de privilegio en
la historia del fútbol. No solo por lo hecho en el Mundial sino por el futuro
en sus vidas, en las que fueron apareciendo equipos en los que trascendieron. Y
Guillermo Blanco tiene esto de recordarlo porque él fue un partícipe
permanente. Apostó 6 a este Juvenil mucho antes de ser campeón. Desde el
comienzo estaba rápidamente seducido por este juego. Y esto tenía mucho que ver
porque él tiene mucho que ver con la guitarra, con el folklore, la poesía, con
Atahualpa Yupanqui, con Tejada Gómez, y ese fútbol le llegaba de la misma
manera. El acompañamiento permanente del autor perdura hoy, y este libro es un
ejemplo de lo que escribo. El es el encargado de que en cada aniversario
recuerde, llame y junte. Es increíble cómo quedó para siempre en nosotros cada
pasaje de aquella aventura, y la felicidad de que encontráramos en él a alguien
tan necesario, como decía el enorme poeta Hamlet Lima Quintana. Y Guillermo
Blanco en esto es tan necesario como para describir y dar tantas pruebas
fehacientes, vivencias, historias para recordar, a los protagonistas en la
cancha y también honrando a los que aquí se levantaban de madrugada para
encontrar un poco de felicidad a través del fútbol.
César Luis Menotti
CUANDO EN FÚTBOL Y EN PAYADAS DEJAMOS DE SER HERMANOS
Pocas veces el fútbol
argentino tuvo una expresión masiva de alegría y de simbiosis con un equipo de
fútbol como el que produjo este Juvenil. Los modos de expresión fueron varios,
y en la música, el reciente enfrentamiento y triunfo albiceleste a Uruguay 2 a
0 antes de la final con la Unión Soviética, rememoró los viejos duelos entre
payadores de principios de siglo veinte. No fue novedoso entonces que en plena
pampa húmeda de la República Argentina, en la bonaerense ciudad de 9 de Julio,
la noche posterior al título mundial se trenzaran dos exponentes mayores de esa
expresión folklórica ancestral, el local Jorge
Soccodato y el uruguayo José Curbelo.
Los payadores Jorge Alberto Soccodato y José Silvio Curbelo
El viejo casete quedó en
manos de uno de los promotores del encuentro y referente local, Tito Blanco -padre de quien esto escribe-, y acá se reproduce la improvisación. Solo hay
que imaginarse de madrugada, con ritmo de milonga en mi menor, y acompañar la payada
que empieza el oriental...
José Curbelo
:
Mis compatriotas querían, lo tenían en la mente,
lograr un triunfo imponente lejos de su geografía.
Pero el equipo caería a lo largo del camino.
Hay emoción en mis trinos y lo largo así a los gritos:
como oriental felicito a todo el pueblo argentino.
Jorge
Soccodato
:
Claro que hay algo presente que nos llenó de alegría,
de suma policromía, humana y condescendiente.
Puso contenta a la gente con un sentido profundo
y en este rincón del mundo voy a volcar estos trinos
por el equipo argentino que salió campeón del mundo.
Curbelo
:
Si es que quedamos terceros es la ley del que trajina
y de todo el que camina que uno quede en el sendero.
Yo igual siento, compañero, y le voy a responder
la vida tiene un vaivén como un cuadro tiene gloria
cuando es grande en las victorias y en las derrotas
también.
Soccodato
:
Y yo que nunca me callo viá decir por el camino
cual payador argentino canto al equipo uruguayo.
Con altura y sin desmayo y con esa sangre fiel,
con tesón, con oropel, pero dice Soccodato,
de que en este campeonato no han hecho muy buen papel.
Curbelo
:
No se habrán mostrado pues las más salientes aristas
quizás en los deportistas la vieja garra charrúa
pero hay algo que acentúa esos celestes valores
aún quedan los resplandores, éso en la huella yo
estimo,
si en el fútbol la perdimos quedamos los payadores.
Soccodato
:
No me venga con bravatas porque a mí no me incomoda
y haga sonar su bordona y haga trajinar sus patas
con mi guitarra sensata es que mis versos hilvano
y se lo quiero aclarar con sentido soberano
que en el fútbol y en payadas dejamos de ser hermanos.
Curbelo
:
Yo no vine con bravatas para esta lírica encuesta
y además que me molesta qué usted ha dicho las patas.
No es una palabra grata, por más que seamos hermanos
en el concepto que hilvano no es palabra muy cordial,
patas tiene un animal, yo soy del género humano.
Soccodato
:
Pero entonces sigo así, de la guitarra al vaivén,
que como no veía bien perdone, lo confundí.
Con profundo frenesí le repito en la ocasión
que no me tiembla el garrón por más que se ponga
fiero,
leviá ganar dos a cero como hace poco en Japón.
Curbelo
:
Si es que en el fútbol no había la vieja garra charrúa
hoy mi canto la acentúa y resurge más bravía.
Yo le explico en este día y con un canto cordial,
con este acento oriental tenga cuidao, compañero,
no atropelle en el sendero que puede hacer un penal.
Soccodato
:
Podría hacer un penal, podría tirarla afuera
que pegara y que se fuera con un sentido cordial.
Pero le aclaro al final ya que el tema usted propuso
y a contrapuntear dispuso, hago sonar las bordonas
porque yo soy Maradona y usted, el arquero ruso.
Curbelo
:
Ahí sí que se equivoca, vaya a la iglesia el domingo,
no tengo aspecto de gringo, ya la gente lo ha
observado.
Se lo explico entusiasmado y cumplo con mi deber,
si el verso ha de florecer al derecho y al revés,
por el color de la piel muy ruso no puedo ser.
EQUIPO CAMPEÓN:
© 2019,
Guillermo Blanco
Contacto:
guilleablanco@yahoo.es
Colaboración:
Fernando Posadas
Fotos y
recortes: Angel "Bicho" Juárez, diario La Nación, revista El Gráfico, AFA,
MasahideTomikoshi, Familiares de jugadores, César Luis Menotti, Tito La Penna,
Mariano Nievas y el autor.
Agradecimiento
especial: Julio Boccalatte, Néstor López, Pablo de los Santos, Miguel Vicente,
Juan Carlos Morales, Héctor Cardozo, Luis Bruschtein y Néstor Straimel.
Diseño y
diagramación: Estudio Dédalo
http://estudiodedalo.com.ar/
Hecho el
depósito que prevé la Ley 11.723
Impreso en
la Argentina.
Se permite
la reproducción parcial o total de este libro en cualquier forma o por
cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias,
digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor,
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