NUESTRA MADRE DEL CANTO SURERO
por Ricardo Luis Acebal
"En este libro, Suma Paz nos ha legado una valiosa y esclarecedora obra acerca de nuestra identidad, compilación lograda gracias a una serie de escritos inéditos y otros publicados en diferentes medios gráficos, o radiales; escritos que muestran una notable coherencia que llevó con ella desde un principio y a lo largo de sus más de cincuenta años de trayectoria artística".
El párrafo encomillado pertenece al prólogo firmado por quien tuvo a su cargo la enorme tarea de compilar esos "escritos inéditos y otros publicados", el poeta navarrense Nahuel Santana, que hizo ese trabajo junto con su esposa Zulma Olmedo, hija de Suma Paz.
Quizá la mejor manera de acercarse al formidable contenido de este libro sea leer atentamente el "índice" (páginas 283 a 285):
De las casi trecientas opciones que ofrece el índice, me detengo en "73-Intérpretes" y en "104-Mensaje a los jóvenes", no porque las considere más importantes que las otras, sino simplemente para exhibirlas como dos botones de muestra que ayuden a entusiasmarlo más a usted a buscar tener en sus manos este verdadero manual de Identidad Nacional que le estoy comentando.
INTÉRPRETES
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Interpretar, entonces es traducir, armar el orden de las palabras en un contexto que tenga sentido. Esta tarea, que se da habitualmente en el terreno de las conversaciones y entrevistas entre personas de distinta nacionalidad e idiomas diferentes, también se da en el supremo diálogo del hombre con la tierra. Hay un lenguaje implícito, casi secreto cuyos códigos se beben en el agua, se escuchan en el viento, se escriben con la savia de los suelos en germinación.
Pero cuando se dice: "intérprete" en esa especie de dialecto que el periodismo y el habla popular han vulgarizado, se le aplica al vocablo un sentido actoral: alguien que toma un texto -una obra- y la repite vistiéndose con ella. Es casi un acto lúdico, transitorio: el "intérprete" toma la obra como un elemento a usar para su lucimiento personal, juega a "hacer de", y mientras lo hace, a brillar con luz propia; aunque esa luz poco o nada tenga que ver con la obra interpretada.
En el ámbito de la música popular, y en especial la llamada música folklórica, eso se da a cada paso. Está el porteño que hace de coya, el guitarrista que con un florilegio de dedos enturbia una ascética vidala, el cantante lírico frustrado que endilga calderones estentóreos a una rústica zambita serrana. En todos los casos, los recursos empleados profanan la obra; mas el "intérprete" con toda inconciencia, no lo advierte.
En el caso del "coya", bastará para él ponerse un pasamontañas, ojotas y bailar encorvado un carnavalito, dando unos agudos "iujujú" cada tanto.
Es tan lastimoso este manoseo, esta proyección decadente de aquellas vertientes telúricas, cuyo origen -y destino- se ignoran olímpicamente, que habrá que hacer algo para protegerlas.
Y después, está el caso de los "intérpretes" creadores, los que componen música en nombre de una concepción temporal, de una modernidad que viola sin prejuicios la atemporalidad del arte. Los que inventan música en base a concepciones armónicas y a veces melódicas, totalmente separadas del espíritu original. Esa gente que arranca de cuajo los elementos litúrgicos por ejemplo de una especie musical, para poner en su lugar acordes y alteraciones rítmicas "modernas" que sólo son una mala copia de otras músicas, otros países, otros valores fónicos asentados -y allí sí- legítimamente identificados con los pueblos que los han concebido.
Pero sobre este tema, vamos a extendernos más en el capítulo dedicado a lo moderno como valor cultural.
Ahora solamente agregaremos esto: ser intérprete, esta vez sin comillas, es estar al servicio de una obra y no al revés.
Suma, la intérprete: durante una edición "lluviosa" del Festival de Cosquín y frente a los micrófonos de una de las tantas radios de Buenos Aires que transitó. (Fotos: Festival de Cosquín y Ricardo Luis Acebal)
MENSAJE A LOS JÓVENES
Hemos comenzado el camino hace muchísimo tiempo. Es un largo camino, difícil. Ya me lo había dicho el maestro al principio: "Va a ser áspero, Sumita ¿eh? Pero aguántesela."
Yo creo que la cosa comienza por encontrar que la juventud tenga un modelo, pero no un modelo en el sentido de (ser), parecerse a ese modelo. Sino un maestro.
Un maestro es algo más que un modelo. Un maestro es alguien que muestra el camino, porque ya lo ha recorrido y sabe por dónde se va y por dónde no se va.
Yo creo que tuve la suerte de encontrar a tiempo, sobre todo, a mi maestro; en mi juventud. Y ese fue Don Atahualpa, nada menos. Y él fue el que me hizo ver que cuando se comienza un camino, hay que tener un objetivo claro. O sea, en otros términos, qué querés hacer, adónde querés ir y por dónde querés ir. Por qué camino llegar a ese objetivo. Lo que les pasa a muchos chicos jóvenes, es precisamente no tener el objetivo claro.
La mayoría de los jóvenes cuando no tienen una guía cierta, les es fácil desviarse. En lo artístico, a lo mejor tienen los medios, o sea, la voz, el talento, los conocimientos de la música. Y no saben dónde poner esa potencialidad. De pronto estos chicos comienzan a poner el talento en cualquier cosa.
En cosas efímeras, modas, ondas que pasan, que pueden durar cinco o siete años, diez con suerte y después adiós. Nosotros hemos asistido a muchas de esas tandas de jóvenes que han pasado por el firmamento argentino y han desaparecido.
Y dentro de nuestro folklore, las provincianías que se traen, que son valiosas, a veces se pierden en las grandes ciudades como Buenos Aires. Gente que viene con mensaje: un mensaje puro, un mensaje honesto, un mensaje verdadero. Y de pronto encuentran que la ciudad les empieza a proponer lo que las chicas llaman "la hora de las transas". Empiezan con "las transas", aceptando condicionamientos y entonces comienzan a vestirse con una imagen falsa. ¿Cuánto tiempo puede ser mantenida una imagen falsa? No mucho tiempo.
Entonces cuando esa imagen comienza a resquebrajarse, a agrietarse, el artista cae por peso propio. El público es intuitivo y nunca se equivoca. A lo mejor puede aplaudir cuando le hacen una gran intensa campaña publicitaria, alrededor de un artista, pero no lo va a apoyar demasiado tiempo. Cuando empiece a ver las grietas y empiece a descubrir lo que hay detrás.
Yo creo que la autenticidad, la honestidad con lo que uno quiere hacer, y además el conocimiento, sobre todo el conocimiento; son la más firme defensa para lograr objetivos que se proponga un joven.
"Es por acá m`hijito, encarrílese por acá m`hijito, vaya por ese lado; ponga toda su potencialidad y su talento aquí, que vale la pena."
Eglantine Sulma Enrico Fondevila (5 de abril de 1939, Bombal, Santa Fe - 8 de abril de 2009, Buenos Aires). Cuando quiso tener un nombre "artístico" eligió el de un hermoso lugar de Colombia: Suma Paz. (Foto: página 17)
Suma Paz en el homenaje a su maestro Atahualpa Yupanqui en la Universidad Nacional de Tucumán, año 1987 (foto en página 211). Muchos años antes, cuando Suma decidió que ese sería "su" maestro, don Ata le dijo: "Va a ser áspero, Sumita ¿eh? Pero aguántesela".
Tapa del primer disco larga duración de Suma Paz. Año 1960.
Suma Paz en los campos del Tuyú, Provincia de Buenos Aires (Foto: página 93)
PRESENTACIÓN CON NAHUEL SANTANA, FAMILIA OLMEDO Y TODA LA "DESAFORADA AMPLITUD DE LA PAMPA" EN PLENO BUENOS AIRES
Datos imprescindibles consignados en una de las primeras páginas, antes del prólogo y la introducción:
Agradecimientos: La familia de Suma Paz agradece al poeta y escritor navarrense Nahuel Santana por su dedicada labor, por los bellos años de música y poesía compartidos junto a Nuestra Madre del Canto Surero Suma Paz, en las largas sobremesas familiares en Ituzaingó. Por el sentir paisano compartido: el amor a nuestra pampa y su horizonte.
Producción y Diseño gráfico de tapa: Nahuel Ucha Olmedo.
Compilación: Zulma Olmedo y NAHUEL Santana.
Foto de tapa: Suma Paz en Japón.
Diseño: ASEs
Derly Prada, Zulma Olmedo y Nahuel Santana y a la derecha José Ceña aportando música y canto (Fotos: Ricardo Luis Acebal)
Belén Cottone Olmedo , Zulma Cristina Olmedo , Silvia Adriana , Nahuel Santana y el fotógrafo Joel Quiroz (Foto: Joel Quiroz).
¡¡Gracias por estas lindas fotos al periodista Joel Quiroz!! Y gracias a todos los amigos presentes en estas fotos: Silvia Adriana , su esposo Daniel Enrique Carranza , Nahuel Santana , Ricardo Luis Acebal , Carlos Martinez y su familia, Carlos María Seta Guitarra , Marita Garcia Actis, José Ceña , Yolanda Lasalle, Leo Martinez , Derly Prada, Darío, Camila Cottone Olmedo, y presente en las palabras: Josefina Racedo , leídas por Derly Prada. Gracias a Humberto de Librería Raíces y amigos de la Revista La Marea por acompañarnos. A la Librería Raíces, por el espacio que nos brindaron con tanto cariño para la presentación del libro Pampeanías de Suma
LA IMPORTANCIA DE LAS AUTORIDADES MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES QUE APORTAN AL CONOCIMIENTO DE NUESTRA IDENTIDAD
Intendentes que son "gente así, tan necesaria": Un grato momento en la entrega de mis libros del Canto Navarro III-IV y V-VI, a alumnos de las escuelas de Navarro, el pasado 30 de abril en mi ciudad natal; Frente al palacio municipal, con izamiento de la bandera nacional, en el histórico mástil de la Plaza San Lorenzo de Navarro. Mi agradecimiento al Sr. IntendenteDon Santiago Maggiotti. (Nahuel Santana)
Si desea adquirir su ejemplar del libro comentado aquí, diríjase a:
Contacto en Facebook: Suma Paz Madre Cantora
Correo Electrónico:
olmedozulma@yahoo.com.ar
Suma Paz: canto y guitarra fieles a las poéticas afirmaciones de don Luis Franco: "La montaña medio empareda el alma; el gran bosque intenta ahogarla; el mar la abruma, quiera que no. Pero la grandeza de la pampa es un estímulo: su desaforada amplitud cría almas de espacio."