Dicen que dicen....que de todas las especies
animales los insectos, son los más numerosos, pero el isondú no es un insecto
común porque este goza de luz propia.
Isondú en guaraní significa gusano de luz,
este pequeño insecto tiene la cabeza brillante y el resto del cuerpo salpicado
por una cadena de veintidós lucecitas brillantes.
Dicen que dicen....que hace muchas pero muchas
lunas los guaraníes que habitaban la tierra roja, entre los ríos Paraná y
Uruguay vieron crecer un joven hermoso en toda la amplitud de la palabra.
Él no solo poseía una singular belleza
física, sino que era alegre, solicito, trabajador, amable y por sobre todas las
cosas un muy buen hijo y mejor vecino.
Todas las mujeres querían ser merecedoras de
su cariño y se deshacían en muestras de afecto hacia él.
Demás está decir que los varones de la
comunidad, hartos de comparaciones, desplantes y desprecios por parte de las
mujeres, decidieron vengarse, ya no soportarían ser el hazme reír de las
mujeres.
Los veintidós jóvenes casaderos se pusieron
de acuerdo dejando aflorar las más los peores instintos, debían eliminar al
muchacho....y tramaron un plan.
Cada uno de ellos le propinaría un puntazo
mortal con su lanza y de ese modo todos
serían culpables, pero ninguno delataría al otro.
Así fue como una noche de luna llena, cuando
el joven volvía del río, lo esperaron agazapados entre los matorrales y cegaron
la vida del joven.
Sin embargo, para sorpresa de sus asesinos,
ante el último puntazo y con el postrer suspiro, el joven se convirtió en un
isondú brillante y por cada una de las heridas propinadas se fue encendiendo
una lucecita.
Tupá castigó severamente a los veintidós
asesinos. Las mujeres y demás miembros de la comunidad lloraron largo tiempo la
pérdida del joven, más luego encontraron consuelo en aquel bichito lucífero.