EL ÚLTIMO ADIÓS A FERNANDO BIRRI, UN HACEDOR DE
UTOPÍAS
Así se titula la nota publicada
el 28 de diciembre de 2017 en "El ciudadano y la región", de Rosario, Provincia
de Santa Fe, acerca de Fernando Birri, troesma del documentalismo argentino y
latinoamericano, que había nacido en la Ciudad de Santa Fé el 13 de marzo de
1925 y falleció en Roma, Italia el 27 de diciembre de 2017.
"Identidad Cultural"
adhiere en todos sus términos a los conceptos expresados por Juan Aguzzi en la
mencionada nota.
Rafael
Lino Gindin-Ricardo Luis Acebal
Por
Juan Aguzzi
Le guste a quien le guste, Fernando
Birri fue un gran maestro del documental social; resiste las críticas de
quienes creyeron ver cierto matiz de ingenuidad en buena parte de su obra
afirmando que su tan apreciada "utopía" -concepto muy presente en su filmografía- responde a cierta debilidad ideológica y casi nadie se atreve con sus primeros
trabajos, que fueron la punta de lanza para el inicio del documental en
Argentina, fundamentalmente por su intencionalidad política, que amortizaba el
carácter de divulgación implícita que el género suele reclamar.
Birri fue un creador de estructuras pedagógicas para enseñar cine. En
1956 regresó a Santa Fe desde Roma para fundar el Instituto de Cinematografía
de la Universidad Nacional del Litoral, una verdadera escuela por la que
pasaron y luego enseñaron Raúl Beceyro, Marylin Contardi, Patricio Coll, Nicolás
Sarquís, entre otros. Y en 1986 fundó junto a Gabriel García Márquez la Escuela
Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños de Cuba, de la
que también fue director, por donde pasaron nombres que hoy ostentan un
reconocimiento internacional. Ese espacio también fue propulsor de parte del
llamado Nuevo Cine Latinoamericano, un movimiento con expresiones que
intentaban dar cuenta de la realidad de esa parte de América. El realizador fue
reconocido como padre de esa corriente. Longevo pero con una lucidez implacable
todavía, Fernando Birri murió en Roma, a los 92 años, lo que implica una
pérdida irrecuperable para el universo cinematográfico latino. Ciudadano del
mundo, Birri solía valerse de una frase que le daría una precisa identidad: "Mi
patria son mis zapatos, pero las suelas son de Santa Fe".
VALORES POSITIVOS DEL PUEBLO
Entre los primeros films de Birri se encuentran el mediometraje
Tire Dié
(1960),
Los inundados
(1961),
Che, Buenos Aires
(1962), y
La pampa gringa
(1963). Antes había incursionado
en el teatro y en la poesía en su Santa Fe natal y por una beca y su interés
cada vez más marcado por el cine, viajó a Roma a estudiar realización en el Centro
Sperimentale di Cinematografía. Allí estaría entre 1950 a 1953 y conoció,
trabajó y aprendió junto a Vittorio De Sica, Valerio Zurlini, Luchino Visconti,
Roberto Rossellini entre otros grandes directores surgidos al calor o desde el
neorrealismo italiano.
Al volver inició el proyecto que le llevaría tres años y se
llamaría
Tire dié
, un entusiasta registro sociológico sobre los
niños de una barriada pobre en las afueras de Santa Fe. El documental sigue a
varios de esos niños mientras corren a los costados de los trenes que van
aminorando su marcha al entrar en la ciudad. Sorteando los riesgos del camino
irregular entre cañadas y puentes, piden que los pasajeros -que van asomándose
a las ventanillas, curiosos por los gritos que escuchan- les tiren "diez
centavos" para llevar a sus hogares o gastárselos en alguna golosina. "Tire
dié" gritan los pequeños con euforia y no se cansan aunque nada caiga en sus
manos. En el relato, algunos de los niños señalan que cuando saben que llega un
tren desde Buenos Aires, se animan a pedir cincuenta centavos. Una serie de
testimonios de adultos de la zona va brindando el contexto donde tienen lugar
esos hechos, logrando una pintura acabada de la miseria de ciertos sectores,
algo que el cine documental todavía no había tomado entre sus preocupaciones,
al menos no de la manera en que lo hizo Birri y como lo diría con sus propias
palabras: "Para contrarrestar la imagen falsa de la sociedad y el pueblo y
recuperar sus valores positivos".
EFECTOS DE VERDAD
Dos años después se estrenaría
Los inundados
, otro
hito del cine nacional. El film se basa en un cuento del también santafesino
Mateo Booz, contó con un equipo de estudiantes del Instituto de Cinematografía
de la UNL en los rubros técnicos y sería la primera incursión en la ficción del
realizador, que sin embargo aprovechó lo que el género le daba de margen para
profundizar su mirada crítica de la realidad.
Los inundados cuenta la historia de una familia, de apellido Gaitán, que
vive en un rancho plantado a la vera del río Salado, en el sur de Santa Fe. Con
el desborde del río, la zona comienza a inundarse y la familia y los vecinos
abandonan sus casas y son trasladados en vagones ferroviarios al centro de la
ciudad. La historia toma carnadura cuando quieran llevar a los afectados por la
inundación, que se quedaron sin nada, a vivir en comisarías porque su presencia
deprime la zona céntrica. La familia Gaitán arenga entonces a los otros
desarraigados para que no obedezcan la orden y se resistan. Los recursos de los
que se valió Birri fueron aquellos que apuntalaban los efectos de verdad,
soslayando cualquier retórica en busca de plasmar crudeza en la exposición
argumental. El film resultó impactante y logró llegar a un público más vasto ya
que gozó de distribución comercial, y ese mismo año se alzó con el premio a
mejor película en el Festival de Venecia.
UN MUNDO DONDE VIVIR MEJOR
En 2010 Birri recibió el Cóndor de Plata a la trayectoria, y la ex presidenta Cristina Fernández lo
homenajeó en Roma, en 2015, por "su inclaudicable aporte al cine nacional y
latinoamericano" y anunció la
remasterización y digitalización de su obra. Algunas de sus otras películas
fueron Mi hijo el Che, Un señor muy viejo con unas alas enormes, El siglo del
viento, Rafael Alberti, un retrato del poeta, en las que la imaginación fue
ocupando un lugar central con un eje en lo poético y en lo onírico. La utopía
de un hombre y una sociedad más libre signó estos materiales y animó su cine
con la impronta de un idealismo: soñar con un mundo donde vivir mejor.
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UN SÍ DIGO:
La primera fundación de Buenos Aires.
En 1956 el dibujante Oski creó una obra sobre la fundación de Buenos Aires; algunos años después, Birri creó una obra magistral de animación sobre la base que Oski dejara. El texto original pasó por algunas manos, como por ejemplo a través del explorador alemán Ulrich Schmidel. Esta película, estuvo desaparecida muchos años, durante el régimen de la dictadura; se cree que en la Argentina no queda ninguna copia, porque todas fueron destruidas o incautadas.
La película, realizada en 1959, fue fotografiada por el maestro Adelqui Camusso en Castelar, en la casa de León Ferrari, a dos cuadras de la de Adelqui. De hecho, se trata de una realización de los tres, Birri, Ferrari y Camusso.
Fue filmada íntegramente con película Agfacolor, elaborada en la Argentina.
Gindin-Acebal.