Manuel Cameroni

Bolivar, Provincia de Buenos Aires

 

...PUEDE Y SE HA INSPIRADO EN LOS DIFERENTES SONIDOS Y RUIDOS QUE ESCUCHA COTIDIANAMENTE U OCASIONALMENTE (O A LO MEJOR ALGO QUE OYE SOLO UNA VEZ EN SU VIDA). POR ESO CREEMOS PRECISO INTRODUCIR -DE MANERA APARENTEMENTE NO FORMAL- AL ESTUDIANTE Y AL CURIOSO Y AL INNOMBRABLE CON LA RELACION ENTRE EL HOMBRE Y UN SILENCIO SIEMPRE RELATIVO (PUES CUANDO NOS ENCONTRAMOS VIVOS EN UN ATAUD INSONORIZADO, ZAPATEA NUESTRO CORAZÓN EL VIEJO MALAMBO UTERINO, VIBRA EL FLUJO DE SANGRE EN NUESTRO OSCURO RIO INTERIOR).

 "¿ A  L A  V I D A  SO N O R A ?"

 

RUIDO PARA PENSAR

El anciano, con una fuerza insólita, sube su automóvil hasta la cima del palacio municipal, trepa los muros como escalones, pide en voz alta -sin mirarlos y concentrado en su tarea- a sus hijos que observen (y también -aunque no esté implícito en el lenguaje- que escuchen, no se detiene en que este es el mejor ataque ya que el oído no tiene nuca ni párpados). Sus hijos no prestan mayor atención. Habiendo un desconocido cerca suyo en el edificio, le intenta persuadir indirectamente, moviéndose cerca de su posición; pero el extraño se mantiene imperturbable, aun notando que algo va a hacer ruido y que alguien -tal vez un borracho, un psicópata- desea que vea/escuche. Finalmente el viejo se da cuenta que aun en la indiferencia visual... escuchar van a escuchar. Y empuja el vehículo violentamente al estruendo contra el suelo, y desciende con naturalidad y cuidado (sin considerar el suicidio) olvidando amnésicamente, con el ruido de la caída, si le han observado o no.

RUIDO PARA DEJAR DE PENSAR. El párpado en la vista no tiene análogo en el oído. Si se quiere dejar de escuchar podría ser hacia afuera, ya que el correr de la sangre, la respiración, el latido del corazón, son sonidos inevitables (incluso para la criatura en la panza de su madre). Se puede ejercer una presión con las manos (como un niño o como el ingenioso Ulises) y bloquear el conducto auditivo, se siente como un dolor soportable, una incomodidad. Aunque se inutilizan las manos, impidiendo al hombre cazar, recolectar frutos, manejar el internet, etc. pues oímos hacia adentro, la vista no permite mirar hacia adentro, desconocemos la sombra de nuestras tripas (y a la circulación sanguínea le llamamos "el oscuro río interior"); cerramos los ojos y durante el sueño trabaja el oído, Y quizás perturba la composición onírica, pero las imágenes suelen aparecer solo en un mismo nivel de luz. Cuando el día pasa, la noche hace cerrar dos ojos, aunque la persona permanezca despierta (esos dos que diferenciaban los tipos de luz según la situación del sol, las posibles nubes), y la monotonía nocturna se rompe en astronomía (constelamos y conspiramos hasta que amanece). [cámara insonorizada] la niña entrega con solemnidad un objeto, un humilde regalo (extiende el puño cerrado, luego abre la mano y te mira tímidamente a los ojos). Al llegar junto al cordón esperando el color del semáforo, se encuentra con el brazo izquierdo lo más extendido posible tomada de su madre, solo por convención, y con la derecha abraza al palo de la luz y le apoya su mejilla. Luego repite en voz alta quejosamente: -¡quiero agua! y un transeúnte enroscado en una bufanda al sol le dice -más suave pero con un enojo similar-: -no querés agua, querés gritar. Su madre camina y come, piensa. "No sé si tengo hambre, pero sí que tengo miedo, y que es un miedo que se puede ir "quizás temporalmente- comiendo" "no sé si tengo música, pero sí que tengo ruido adiestrado, y que es un ruido que puede darme complicidad musical al menos por un momento" pues convive aquí, o en una discoteca occidental, o en los auriculares de un pasajero de colectivo el viejo slogan "tu silencio es mi música"; quizás el fin no es concentrarse en una musicalidad, en su encanto o desencanto, sino impedir un contacto desde el exterior, sugiriendo una ocupación; citamos por ejemplo el caso de un oyente de radio que, en un programa donde se daba como consigna para opinar `¿qué es lo que te molesta de la gente en la calle?`, respondió -con ánimo de verdadero enojo, edad estimada en 25-30 años- "me molesta que la gente me vea con auriculares y me hable igual". Prohíbe en su ánimo que le contacten, lleva cara de prohibido, permitiéndose a si (permitiéndose EL) contactar al exterior, escapar por la mirada, y hasta tener un intercambio sonoro a conveniencia, solo iniciado por él: "¿la calle Senillosa?" Estos hombres pretenden hacer real una ilusión de privacidad (así como quien siente esconder su vida tras gafas oscuras en días con despreciable radiación). Puede que sean unas víctimas de la música, de la abstinencia o recurrencia sexual, del sueño, bla bla blá. "me tapo los oídos no me podes hablar; obstruyo mis ojos no podes ver mi mirada; perfumo mis verdaderos olores; me impido la caza de ratones utilizando guantes; saboreo una derrota pastilla de anís" (te vendaré los ojos así serás pez que muere por los oídos un instante) siempre que un brazo con un cigarrillo se asoma por la ventanilla de una combi estacionada en microcentro, resulta que no podemos distinguir la penumbra del interior y parece y es el montaje de un mago, así que junto a los colores chirriantes del flujo transeúnte, imaginamos y oímos interrogantes... Hasta hace poco nuestros amigos respondían a todo interrogante con citas de la Biblia, o guardaban silencio (citando un pasaje de la Biblia en el que había silencio) ¿por qué tira la ceniza fuera del escenario? siempre el cigarrillo quema el dedo del mago, su truco se convierte en insulto y todos escuchamos asombrados. Hombre despierta una tarde en la ex penitenciaría nacional sobre un colchón viejo, tapado con unas mantas. Le ilumina el sol de las 1500 (en equinoccio de primavera). Toma conciencia de los ruidos de la ciudad, y realiza un avistamiento con sus brazos sosteniéndolo a medio metro de altura continuando el reposo de las piernas. se habla con sorpresa y duda: "¿siguen todos vivos?"; piensa algo como que sus anteriores horas de sueño fueron la muerte de todo y que ese joven, leyendo sobre Botánica con la espalda contra el pino es su guardia, ("se lo ve a gusto y aunque lleva un gesto de seriedad en su cara, veo como que su cuerpo entero, su presencia, sugiere una ligera sonrisa") y piensa en otra muerte pequeña a la intemperie y que los motores le marean con un ruido complejo. Se acuesta en la posición anterior, de sueño, pero mantiene el estado de vigilia con sus ojos cerrados, haciendo cortos movimientos de pies, balanceándolos, con el dolor con el que un niño no juega.

Johann Sebastián Bach y don Atahualpa Yupanqui

EL BOSTEZO DEL PATRON, GROSERAMENTE AMPLIFICADO, HACE LAS VECES DE SIRENA DE FÁBRICA INDICANDO EL COMIENZO DE TURNO A LOS OBREROS. Odiamos al animal que se tapa la boca para bostezar, sobre todo cuando no tiene certeza del motivo por el cual lo hace; tal vez nos responde que la boca es un lugar íntimo, o un lugar erógeno, o que se previene la entrada de un insecto de cinco patas. Cierta técnica vocal tiene en cuenta la posición de bostezo como adecuada para el canto, así quizás para predisponerse al impulso melódico; pues tenemos a la mano reprimiendo la canción ¿un canto demasiado personal como para compartir abiertamente? Predisponerse al sueño es aquí algo demasiado personal como para compartir abiertamente y el animal no quiere compartir la debilidad del cansancio (y suele buscarse un reposo a salvo de los peligros). Aun, para el bostezo, el conjunto de los dedos podrían trabajar como sordina alterando volumen, timbre... El ánimo a expresar en fin, pero en general se ignora este uso. Quien se tapa tal vez nos responde que previene compartir un aliento a desagüe. Con o sin sueño su entorno imitara esa censura y la mueca. Con o sin mano, el bostezo (así como también la acción perpetua de tragar saliva), ABRE el conducto* que comunica el oído con la laringe y ayuda a la respuesta auditiva. Los cambios de presión en las cimas de las montañas o en aguas profundas perturban esta apertura y pueden provocar mareo -e incluso dificultad para oír frecuencias agudas- pues hay un animal que bosteza y contrarresta simbólicamente esta apertura tapando manualmente otra, su boca; podría taparse otros orificios, jugando un guiño creativo. O NOS RESPONDEN QUE SE REPRIME EL INVITAR AL SUEÑO A OTRAS PERSONAS, QUE QUIZÁS VENDRÍAN CON CONFIANZA Y NOS BOSTEZARÍAN PORQUERÍAS AL OÍDO. Con o sin bostezo, adoramos al animal que sube a la esterilidad de la cima de las montañas más altas, que metafóricamente se tapa la boca, porque ayuna, piensa - intencionalmente o a la fuerza- y vive su religiosidad, su nada y su gloria; y pretende bajar sin cantar la vidala de Valladares con la que subía: "me voy pa" los cerros altos / a llorar a solas lejos / a ver si se apuna el dolor / subo, subo..."

Rolando "Chivo" Valladares