Durante los tiempos de la conquista los
españoles introdujeron en esta América el caballo, lo cual produjo una serie de
cambios en los hábitos en los antiguos guerreros. Según cuentan, los
descendientes de Calfucurá dejaron sus lanzas para convertirse en crianceros y
pastores de ganado caprino y ovino. El nomadismo dio paso a la transhumancia
con campos de invernada y veranada. En los valles, protegidos de las
inclemencias del tiempo y al reparo del viento y las nevadas, se mantiene el
ganado durante los meses de mayo y octubre, para luego, trasladarlo a zonas más
altas y con mejores pastos. En algunas comunidades de Río Negro, Chubut y
Neuquén se realiza una tarea que llega a ser una fiesta, la señalada. Para
llevar a cabo ésta tarea se reúne los animales, y muy temprano, al amanecer del
día en que se van a realizar los trabajos, el pueblo hace una rogativa o
Nguellitún, en lengua mapuche. En ella le piden Nguenechén, la deidad de la
cosmogonía Mapuche, fertilidad para el ganado. Para realizar el Catripillín,
corte de orejas, se invita a los vecinos para que participen en la fiesta y
como testigos de no haber señalado lo ajeno. Esta reunión de paisanos dura todo
el día y con la culminación del trabajo y la satisfacción de la tarea cumplida,
se come asado, para más tarde romancear y bailar.
Audio de la nota: "De señalada" -ranchera- Letra de Marcelo Berbel-Música de Roque Martínez.
Intérprete: Flavia Martínez